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lunes, 19 de junio de 2023

LA LIBRERÍA LUCES CUMPLE 20 AÑOS


La librería Luces cumple 20 años en La Alameda de Málaga
Fotografía: Lucía Rodríguez

Aunque Carlos Gardel cantara aquello de «que veinte años no es nada», para algunos dos décadas significa muchísimo. Es el caso del segundo de mis hijos, Pedro, que el pasado 10 de mayo celebró en Barcelona su veinte cumpleaños, o de la librería Luces de Málaga, que también festeja estos días idéntica cifra.

 Tengo cierta amistad con José Antonio Ruiz por aquello del deporte (él es un esforzado triatleta), y su librería, esa que fundó junto a Pilar Villasana en la Alameda Principal en 2003, ha aparecido numerosas veces en mis dos blogs. A veces, a cuenta de mis libros, porque los presentaba allí o porque lucían en sus escaparates, y otras, por libros ajenos que me descubría José Antonio o su mesa de novedades. Mucho antes de que las editoriales me hicieran caso, era él quien me facilitaba los libros para que los leyera y los reseñase, de ahí que figurara el logo de la librería al final de dichas reseñas. Y también se prestó a colaborar conmigo en la encuesta que realicé sobre el hábito lector de nuestros atletas.

 El pasado 14 de junio, tras una mesa redonda organizada en El Tercer Piso de la librería Proteo, a iniciativa del Centro Andaluz de las Letras y la Federación Andaluza de Libreros, tuve la ocasión de felicitarle en persona por el aniversario.

Mesa Redonda sobre las librerías como motor cultural

 Si quieren saber cómo llegó José Antonio a regentar una librería o cuál es su relación con los libros, les animo a ver el vídeo del evento (en el que aparezco de rebote más de la cuenta).

 Y por último, les dejo aquí, a modo de recordatorio, algunos enlaces a las entradas de Calle 1 en las que aparece la librería Luces.

LA MILLA PERFECTA

Pedro Delgado y José Antonio con La milla perfecta

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2018/04/la-milla-perfecta.html

EL HÁBITO LECTOR DE NUESTROS ATLETAS (III)

José Antonio, Dani Pérez y Pedro Delgado con su Carta desde el Toubkal
Fotografía: Salvador Moreno

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2017/02/el-habito-lector-de-nuestros-atletas-iii.html

EL HÁBITO LECTOR DE NUESTROS ATLETAS (II)

Lanita in summertime (Julio 2016)
Fotografía: Pedro Delgado

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2016/07/el-habito-lector-de-nuestros-atletas-ii.html

EL HÁBITO LECTOR DE NUESTROS ATLETAS

El hábito lector de nuestros atletas
Fotografía: Pedro Delgado

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2016/04/el-habito-lector-de-nuestros-atletas.html

LA CRÍTICA LITERARIA DE PEDRO DELGADO

José Antonio Ruiz y Pedro Delgado en la librería Luces
Fotografía: Lucía Rodríguez

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2015/05/la-critica-literaria-de-pedro-delgado.html

LA MEDIA DISTANCIA

Pedro Delgado en un control de 800 m
Ciudad Deportiva de Carranque, Málaga 1983

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2014/12/la-media-distancia.html

REYES DEL ASFALTO

Francisco Espejo, Juan Sarria, Rafael Morales y Pedro Delgado (1988)

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2014/05/reyes-del-asfalto.html

EFECTO MARATÓN

Pedro Delgado y Rafa Vega en la presentación de Efecto Maratón
Fotografía: Lucía Rodríguez

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2013/12/efecto-maraton.html

EL LIBRO DE MURAKAMI

Reseña de De qué hablo cuando hablo de correr, de Murakami

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2013/11/el-libro-de-murakami.html?m=0

 ¡Que cumpláis muchos más!


domingo, 18 de julio de 2021

EL CORREDOR Y SU SOMBRA


El corredor y su sombra, de Olivier Haralambon (Editorial Melusina)
Fotografía: Lucía Rodríguez

Como todos los veranos, las imágenes televisivas del Tour nos llevan la ronda gala a casa. En mi caso, imagino que como en muchos otros hogares, si alguien mirase por una mirilla podría verme recostado en el sofá, amodorrado por el almuerzo y el suave murmullo del aire acondicionado, con un ojo cerrado y el otro en el televisor, con los oídos atentos al comentarista, aguardando a que las rampas se pongan más serias y se produzca algún demarraje –uno de esos duelos entre escaladores digno de un western–,  a un descenso vertiginoso con los corredores volcados sobre sus bicicletas como flechas extraídas de un carcaj, o a un esprint masivo en el que un estornudo arroje al mejor velocista a la línea de meta.

 Desde hace unos años, intento hacer coincidir alguna de estas clásicas ciclistas con la lectura de algún libro relacionado con el tema, algo que complemento con alguna que otra salida con la bicicleta: una vuelta rápida por La Fresneda y Junta de Caminos o una ruta más exigente que me lleva hasta Almogía o algún otro pueblo cercano. Cambiar por unos días los repetitivos y traumáticos contactos con el suelo de la carrera por el sutil equilibro entre las gomas de las dos ruedas.

Sigo apegado a mis pequeñas devociones y siempre me acabo lanzando sobre la bici después de haber visto una carrera en televisión, con miedo de dejar pasar el momento de inspiración eficaz, igual que cuando se busca un papel en el bolsillo para anotar una idea que de otra forma se perdería. Y funciona bastante bien. No dura mucho tiempo, pero durante unos kilómetros, durante una hora, consigo imitar con cierta fortuna las siluetas imponentes de los campeones.
La huella (El corredor y su sombra)
Olivier Haralambon

 Este año el libro elegido ha sido El corredor y su sombra (Editorial Melusina, 2019), del escritor, filósofo y periodista Olivier Haralambon (Francia, 1967), quien también fue ciclista profesional entre 1987 y 1996.

 Sus 102 páginas no contienen una novela, sino un singular ensayo sobre este esforzado y bello deporte. Catorce textos con títulos tan sugerentes como Mi sombra de compañía, El dedo de Santo Tomás, El monstruo, Nada menos que un oficio o Subir al cielo con el cuerpo. Pequeños ensayos, como Competir, en los que a veces me basta con cambiar el nombre del deporte para sentirme identificado.

Para convertirse en corredor hay que competir, y yo estaba a punto de participar en mi primera competición ciclista.
 Tenía la edad irreal de trece años y poco más que una sombra de bigote y me estremecía en la línea de salida entre otros congéneres dispares, grandes y pequeños, alegres o devorados por los nervios hasta parecer tristes. Yo estaba volcado hacia delante, con la frente sobre los antebrazos cruzados, los codos sobre el manillar, un pie enganchado al pedal, la rodilla nerviosa y la otra pierna extendida. Levantaba la cabeza de tanto en tanto, fruncía el entrecejo bajo la visera levantada de mi gorra para mostrar el gesto adecuado. (…) Discreta, una banderola de salida y de llegada flotaba sobre nuestras cabezas. Formábamos un rebaño ligero, algo desteñido por la humedad, que se preparaba para dar vueltas frenéticas alrededor de una zona industrial en construcción. (…) yo estaba temblando. Y un futuro corredor temblaba en cada uno de nosotros, en cada cuerpo que se esbozaba. Tembló en cuanto el starter alzó al fin la pistola, con su panza alegre ofrecida al viento. Y se liberó súbitamente, ya en el primer giro de rueda. (…) El aire fresco hizo subir, imagino que a todas nuestras bocas simultáneamente, el sabor metálico de la sangre. Inspirando profundamente antes de cada curva, también había que darse prisa para no perder el sitio, para resistir el embate del hombro del vecino y evitar que se engancharan los manillares. (…) A medida que se iba acercando la vuelta final empecé a ordenar mis pensamientos y a dar ánimos a mi bici, mi precioso cuadro azul de aluminio. También pensaba en Hinault y en todo el Olimpo febril colgado con chinchetas en las paredes de mi cuarto. (…) Cuando sonó la campana de la última vuelta, todos estábamos decididos a renunciar a nuestro decimocuarto cumpleaños antes que a dar por perdida la carrera.
 (…) Recibí unas palmadas en la espalda y los corredores nos dimos la mano. Nos dimos la mano durante largo tiempo. Quince minutos más tarde, (…) una joven me hizo entrega de un enorme ramo de flores; a mí, que nadie nunca me había regalado ninguno. Lo levanté por encima de mi cabeza y el entrenador sacó una foto.
 Nos sentíamos pequeñas glorias nacientes. Cuando volví a la calle con mi ramo enganchado al manillar, todas las vecinas estaban acomodadas a la ventana, se llamaban y charlaban. La fachada del edificio parecía un calendario de adviento. Tras ellas se podían adivinar las cocinas de ladrillo, la vajilla ordenada y los guantes de caucho rosa sobre los grifos (…).
 Dejé mi bicicleta en el rellano y me di una ducha sin ella. El ramo, encima de la cama, estaba ya algo mustio. Pero al fin era –éramos– auténticos corredores ciclistas.
Competir (El corredor y su sombra) 
Olivier Haralambon

 En enero le hablé de este libro a José Antonio Ruiz, de la librería Luces, y al poco me escribió que le había encantado. «Lo tomo como libro propio. Lo regalaré y recomendaré», me dijo.

El corredor y su sombra, recomendado por José Antonio Ruiz, librero y triatleta
del Club Tritrain4you. Fotografía: José Antonio Ruiz

 También tuvo buena recepción entre mis amigos ciclistas; aunque uno de ellos se quejó del estilo lírico de Haralambon: «El contenido no está mal pero quiere ser tan literario que se pasa. El lenguaje es pretencioso, excesivamente empalagoso. Un ciclista puesto a escribir «alta literatura»».

 No les negaré que la prosa de Haralambon peca a menudo de lirismo, pero considero que es un leve peaje a pagar a cambio de líneas como éstas:

Ocurre sobre todo el domingo por la mañana. A la hora de la primera misa, uno se cruza con todas esas pequeñas iglesias ambulantes, visiblemente apuradas por cruzar las puertas de la ciudad. Ciclistas que circulan en grupo, antes de que haya amanecido del todo, y haga el tiempo que haga. Lo habitual es no entender a estos hombres y algunas mujeres cuyo a atuendo extraño y colorido es tan ceñido que se ajusta al menor pliegue de la piel. Tan ceñido, de hecho, que pareciera creado nada más que para reivindicar las imperfecciones del cuerpo. Las siluetas, volcadas sobre la incertidumbre de esas finas ruedas, provocan asombro.
 (…) Y es que para quien no lo adora, el ciclismo es aún hoy una excentricidad. La palabra suele evocar algunos apellidos familiares; apellidos que, en ocasiones, sabemos unir a nombres anticuados, pero que son tan etéreos como un apóstol en un cuadro. Sin duda Jacques Anquetil, Louison Bobet y Raymond Poulidor debieron de tener un rostro, pero nadie lo recuerda. Al igual que un estudiante no reconoce a Balzac o a Flaubert en una foto. Y pocos saben que Eddy Merckx era aun más guapo que Elvis Presley.
 (…) Yo recibí muy pronto el mordisco fatídico. Empecé a pedalear y a participar en carreras justo antes de llegar a la edad en la que la voz cambia y el apetito sexual viene de pronto a sacudir el mundo. Sufrí en ocasiones el leve desprecio, o al menos la incomprensión, de la que es objeto esta actividad que yo colocaba en el centro de mi vida y que crecería muy pronto hasta el punto de invadirlo todo, de apropiarse de toda mi rutina.
Mi sombra de compañía (El corredor y su sombra)
***
Bicicleta Mercier rosa
Era una Mercier: las letras blancas destacaban sobre el rosa intenso, rosa color carne; de ella siento todavía hoy el olor y el sabor. A menudo me pregunto dónde estará ahora, qué sufrimientos habrá soportado lejos de mí todo este tiempo, qué otros cansancios habrá aguantado. Imagino grietas e hinchazones sobre la superficie pintada.
 También sé que el sencillo pitorro de plástico de la cantimplora enganchada al cuadro forma, sin duda, parte de mí, como algún elemento arcaico de mi sexualidad: gran parte del agua que me compone la he bebido a través de un orificio como ese. He exprimido esas botellas de plástico como senos pegajosos de azúcar, con la cabeza girada a un lado, sin despegar el ojo ni de la carretera ni de mi recorrido.
 (…) En la época de mis primeros excesos, que fue también la de la adolescencia, mi bicicleta dormía conmigo; pasaba las noches en mi cuarto. La instalaba en una especie de trípode para abrillantarla y podía hacerla girar desde mi cama. Tumbado, le hacía dar vueltas con la punta de los dedos del pie (…). Al volver del entrenamiento la lavaba conmigo en la ducha, enjabonándola con esponja y cepillo, separando mis piernas para evitar los chorrones de desengrasaste con los que limpiaba la cadena, con la ayuda de un cepillo de dientes. Borraba las huellas más flagrantes antes de que llegara mi madre, quien, por si no tenía poco con el trabajo, descubría en casa que otras fatigas la estaban esperando.
Cosmos desinflado (El corredor y su sombra)
***
Hoy, todavía me parece incómodo mirarme en el espejo. Mi reflejo, puesto en pie, ofrece un cuerpo de cierto vigor, pero ya envejecido. (…) ¡a este reflejo con patas le falta una bicicleta! (…) Mi miembro fantasma es grasa y metal, caucho y presión de aire. Sin él soy un tullido.
El dedo de Santo Tomás (El corredor y su sombra)
***
No sé nada de ese hombre viejo al que a veces adelanto cuando me da por coger la bici. No sé nada de él porque nunca me ha dirigido la palabra. Nada, excepto que fue un buen corredor. Cuando lo miro, con la frente alta, empujar el pedal con esa autoridad tajante, me cuesta asumir su edad. (…) Le traicionan el cabello blanco, que se escapa del casco sobre su nuca faustiana (…).
Cuerpo líquido (El corredor y su sombra)
***
Educarse en una familia de corredores es aprender las leyes de la carrera ciclista igual que se aprende a hablar o a lavarse. (…) Crecer a la sombra de ese hombre de costillas salientes sin duda te predestina.
 (…) Al contrario, quien se declara una mañana como el primer ciclista de su linaje se sumerge en un mundo nuevo. (…) La renuncia a la vida habitual de los colegiales me llenaba el pecho de orgullo, empecé a reivindicar una rutina que desde entonces estaría consagrada a la ascesis y el sufrimiento. Sería el primero de mi familia en convertirme en un monje de piernas afeitadas. La dureza física era mi bandera, las mortificaciones no me asustaban y era mi cuerpo mismo, mi vida en bruto, lo que quería exprimir; escurrirla para extraer de ella mi subsistencia. Fuerza de trabajo y viento en contra. Quería ser digno de la novela familiar, estar a la altura de mi padre, cuya cabellera estéril moraría pronto en las orillas fecundas de mis carreras.
Nada menos que un oficio (El corredor y su sombra)
***
El paso por una simple línea de pintura blanca hace explotar al pelotón. De golpe se descompone. De golpe cesa el maravilloso deslizamiento y reaparecen, como de vuelta a la superficie, esas miríadas de pequeños elementos de color que se dispersan entre los peatones que los asaltan. Se ofrecen a las rudezas maternales de sus cuidadores –estos cubren sus hombros, enjuagan y limpian sus rostros polvorientos, los peinan casi con ternura y descorchan bebidas azucaradas que les llevan a la boca–. Contestas a las preguntas que les hacen y devuelven palabras aún sudorosas, mientras alguien les guía por el laberinto de verjas mecánicas a las que se agarran manos desconocidas; algunos hacia el a autobús y las duchas, otros, con la gorra de sponsor sobre la cabeza, ante las cámaras y los micros.
 (…) Todos ellos, por turnos, antes o después de la cena, atraviesan la misma puerta y se sumergen en ese lugar saturado de potentes esencias, donde se desvisten y se tienden sobre la sábana y la camilla, depositando su propio cuerpo como si fuera un objeto, una ofrenda sobre el altar. El masajista coloca sus manos fuertes empapadas de aceite, agarra un pie y lo coloca sobre su hombro. Con el crujido habitual al roce de la piel llegarán las primeras palabras. Las palmas que bajan desde el puente del pie y el talón de Aquiles, los dedos que se hunden en la densidad de la pantorrilla y luego del muslo, en las nalgas y la espalda de ese hombre tendido, recogen las palabras de lo más profundo del cuerpo, las reúnen y las empujan hasta la boca. Entonces, desde la otra punta de la camilla, del rostro hundido entre los brazos cruzados fluyen relatos que se esparcen por el suelo: los dolores y las penas, las frustraciones y los cansancios, que oscurecen los músculos y el porvenir.
 (…) Los corredores lo comparten todo, o casi. El viento y el dolor, el riesgo y la lluvia, el calor que abrasa y las etapas interminables bajo un cielo que aplasta. El vacío diamantino del cielo de verano y también la angustia informe de las nubes. (…) Doscientos días al año comparten sus habitaciones (…). Extienden su ropa y sus vendas como si acamparan en el desierto, se tumban en la cama con las piernas levantadas contra la pared, se ponen crema sobre la piel quemada de la nariz y hablan largo rato por teléfono con sus hogares, si es que tienen uno. La tele colgada en la pared habla en el vacío. Cada noche, cuando se reúnen dos o más, intentan disipar el nudo de excitación y la angustia no verbalizada, residuo silencioso de una existencia hiperactiva.
Intimidades (El corredor y su sombra) 
Olivier Haralambon

 Son muchos más los textos que he subrayado en mi ejemplar, y seguramente ustedes encontrarán otros que destacar. El único reproche que le hago a Haralambon es su justificación del dopaje en el texto Subir al cielo con el cuerpo. Ni el doping sanguíneo, ni el anfetamínico, ni cualquier otro es justificable. En el deporte no se admiten trampas ni, por ende, tramposos.

«Desearía poder cambiar lo que sucedió y ser un mejor hombre». –Lance Armstrong–
Fotografía: Bustle.com

 Y no quisiera cerrar esta reseña sin alabar la traducción de Elisabeth Falomir y Carlos Pott, así como el trabajo de la editorial Melusina en pro de la literatura deportiva.

Fotografía de Portada:Andreas Rentz/Getty Images
Fotografía de la derecha: Lucía Rodríguez

De la misma editorial, no me canso de recomendar La milla perfecta, esa joya que publicaron en 2017 y que ya reseñé en este blog.

Pedro Delgado y José Antonio Ruiz con La Milla Perfecta en la librería Luces

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2018/04/la-milla-perfecta.html


sábado, 18 de febrero de 2017

EL HÁBITO LECTOR DE NUESTROS ATLETAS (III)

Aunque leer nos hace más felices, y numerosos estudios de distintas universidades lo avalan, un 39'4% de españoles no abrió un libro en el 2015. No sé si habrá cambiado mucho la cosa en  el pasado 2016, pero seguramente el tanto por ciento no será muy diferente al señalado. La sociedad está cada vez más empantallada y el tiempo que antes se le dedicaba a la lectura se lo come el móvil con sus Messenger y sus WhatsApp. Menos mal que, como en la Galia conquistada por Roma, aún queda un gran grupo de lectores que, al igual que los irreductibles galos, no pueden vivir sin un buen libro.

Astérix (dibujo de Albert Uderzo)

 Como sabéis, no pude llevar a cabo la encuesta sobre hábitos lectores en la pasada Media Maratón de Málaga. Aun así, en colaboración con la librería Luces y El loco que corre, sorteamos unos ejemplares de Carta desde el Toubkal entre los pocos atletas que participaron en la encuesta*. Los agraciados fueron Abdelhadi El Mouaziz, Daniel Pérez Martínez, Agustín Molina García y Paula Ramírez Parra. A todos ellos se les entregó su premio en la pasada Carrera Urbana Ciudad de Málaga.

José Antonio Ruiz, El Mouaziz con su ejemplar de Carta desde el Toubkal y Pedro Delgado
Fotografía: Miguel Ángel Moya

Pedro Delgado, Paula Ramírez con su ejemplar de Carta desde el Toubkal y José Antonio Ruiz
Fotografía: Miguel Ángel Moya

José Antonio Ruiz, Dani Pérez con su ejemplar de Carta desde el Toubkal y Pedro Delgado
Fotografía: Salvador Moreno

Agustín Molina con su ejemplar de Carta desde el Toubkal
Fotografía: Dolores Martín

Ojalá les guste esa docena de relatos con los que conseguí ser finalista del VII Premio Desnivel de literatura de Montaña, Viajes y Aventura. Ellos ya están enfrascados en su lectura. ¿Y tú, te animas?

https://cartadesdeeltoubkal.blogspot.com/
Fotografía: Pedro Delgado

*Podéis leer las encuestas en el siguiente enlace:
http://pedrodelgadofernandez.blogspot.com.es/2016/07/el-habito-lector-de-nuestros-atletas-ii.html




 Puedes solicitar el libro en tu librería habitual (si no lo tienen, el librero puede pedírselo al distribuidor*) o comprarlo por internet. Aquí os dejo el enlace por si queréis adquirir el libro en Luces:
http://www.librerialuces.com/es/libro/carta-desde-el-toubkal_525177

Distribuidor por zonas:
Andalucía: Centro Andaluz del Libro.
Aragón y País Vasco: Ícaro.
Madrid: Distrifer.
Cataluña: Benvil.
Valencia: DGL.
Albacete, Alicante y Murcia: Gaia.
Asturias, Castilla y León, Santander, Cantabria y Galicia: Cimadevilla.

Nota: El próximo jueves 23 de febrero, a las 19:30 h., presentaré el libro en la Casa Árabe de Córdoba. Os espero.

http://www.casaarabe.es/eventos-arabes/show/carta-desde-el-toukbal


lunes, 18 de julio de 2016

EL HÁBITO LECTOR DE NUESTROS ATLETAS (II)

http://malpasoed.com/libro/libro-golpes-gracia/
Fotografía: Pedro Delgado

Por mor de la dichosa ley de protección de datos, ni los organizadores de la prueba ni la Federación Andaluza de Atletismo me han podido facilitar los correos electrónicos o teléfonos de los 25 primeros clasificados de la general (en categoría masculina y femenina) de la 26 Media Maratón Ciudad de Málaga. La intención era hacer una estadística de hábitos lectores con la respuestas a un cuestionario de esos cincuenta atletas. ¡Y en esas sigo! De momento les muestro aquí el resultado de los corredores con los que he podido contactar, y animo a los que faltan a que envíen sus respuestas a pedrodelgadof@gmail.com Tienen para ello hasta final de septiembre. Junto a las respuestas aparecerá la fotografía del entrevistado entrando en meta (cortesía de la página web el loco que corre).

Abdelhadi El Mouaziz, Campeón de la 26 edición de la Media Maratón de Málaga
Fotografía: Salvador Moreno

Abdelhadi El Mouaziz 
Club Cueva de Nerja UMA
Primer clasificado general masculina

1. ¿Es lector habitual de libros?
    Sí, soy lector habitual.
2. ¿Cuál es el último libro que leyó?
    Paleovida, de Carlos Pérez.
3. ¿Qué libro está leyendo ahora?
    La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón.
4. ¿Podría decirme un libro relacionado con el atletismo que le haya gustado? (Que no sea un manual deportivo)
    No he leído ningún libro de atletismo hasta el momento.

Daniel Pérez Martínez y Javier Díaz Carretero
Cuarto y quinto clasificados en la 26 Media Maratón Málaga

Fotografía: Salvador Moreno

Daniel Pérez Martínez
Club Atletismo Málaga
Cuarto clasificado

1. ¿Es lector habitual de libros?
    No.
2. ¿Cuál es el último libro que leyó?
    Cuentos del Tour, de Sergi López-Egea.
3. ¿Qué libro está leyendo ahora?
    Ninguno.
4. ¿Podría decirme un libro relacionado con el atletismo que le haya gustado?
   Nacidos para correr ("que típico, pero fue el primero así que... Algo te queda").

Javier Díaz Carretero
Club Atletismo San Pedro
Quinto clasificado

1. ¿Es lector habitual?
    La verdad es que no soy muy lector.
2. ¿Cuál es el último libro que leyó?
    Fue en el colegio y no me acuerdo del título.

Agustín Molina García
Vigésimo primero clasificado en la 26 Media Maratón de Málaga

Fotografía: Salvador Moreno

Agustín Molina García
C.D. Sohail La Senda
Vigésimo primero clasificado

1. ¿Es lector habitual de libros?
    Poco.
2. ¿Cuál es el último libro que leyó?
    Los grandes misterios de la historia.
3. ¿Qué libro está leyendo ahora?
    Los pilares de la tierra, de Ken Follet.
4. ¿Podría decirme un libro relacionado con el atletismo que le haya gustado?
    Nacidos para ser héroes, de Christopher McDougall.


http://capitanswing.com/libros/donde-los-hombres-alcanzan-toda-gloria/
Fotografía: Pedro Delgado


https://www.libreriadesnivel.com/libros/correr-embarazada/9788498293579/
Fotografía: Pedro Delgado


Paula Ramírez Parra
Segunda clasificada en la 26 Media Maratón de Málaga
Fotografía: Salvador Moreno

Paula Ramírez Parra
Club Cueva de Nerja UMA
Segunda clasificada general femenina

1. ¿Es lector habitual de libros?
    Sí, la verdad es que leo bastante.
2. ¿Cuál es el último libro que leyó?
    Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez.
3. ¿Qué libro está leyendo ahora?
    El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez.
4. ¿Podría decirme un libro relacionado con el atletismo que le haya gustado?
  Entrenamiento de Fondo y Medio Fondo Tomo I, de Mariano García Verdugo.


 Y recordad que entre todos los participantes se sortearán 6 ejemplares (3 para la categoría masculina y otros 3 para la femenina) de mi libro de relatos Carta desde el Toubkal (cortesía de la Librería Luces de Málaga).


http://cartadesdeeltoubkal.blogspot.com.es/
Fotografía: Pedro Delgado

 Esta tarde me voy para Irán, así que el blog estará cerrado por vacaciones hasta mi vuelta. Disfruten del verano y de las retransmisiones de los Juegos Olímpicos, descansen como la conejita de mi hijo pequeño y cojan fuerzas para la temporada que viene.
 Un gran saludo desde Calle 1.


Lanita in summertime (Foto: Pedro Delgado)





Para saber más de la propuesta: http://pedrodelgadofernandez.blogspot.com.es/2016/04/el-habito-lector-de-nuestros-atletas.html

viernes, 8 de abril de 2016

EL HÁBITO LECTOR DE NUESTROS ATLETAS

Fotografía: Pedro Delgado

Según los últimos estudios, sólo el 53% de los españoles tiene el hábito de la lectura, siendo las mujeres, principalmente, las que vienen a salvar el maltrecho mercado editorial. Aprovechando la media maratón del próximo domingo, y que este mes se celebra el Día del Libro, se me ha ocurrido hacer una pequeña encuesta sobre hábitos lectores entre los atletas que crucen la meta esa mañana. Para ello, necesito la colaboración de los 25 primeros clasificados, tanto en la categoría masculina como en la femenina, a los que se les pedirá su correo electrónico para que respondan a las siguientes preguntas:

1. ¿Es lector habitual de libros?
2. ¿Cuál es el último libro que leyó?
3. ¿Qué libro está leyendo ahora?
4. ¿Podría decirme un libro relacionado con el atletismo que le haya gustado? (Que no sea un manual deportivo)

 Sus respuestas ocuparán el espacio de otra entrada, junto a la fotografía de la llegada o del paso por el centro de la ciudad de cada uno de los encuestados (cortesía de El loco que corre). 

 Y entre todos los participantes, la librería Luces sorteará varios ejemplares* de mi libro de relatos Carta desde el Toubkal (Ediciones del Genal, 2015). 

* 3 para la categoría masculina y 3 para la femenina.





P.D.: También invito a todos los corredores que entren en meta, en el puesto que sea, a añadir sus respuestas en el apartado de comentarios.

viernes, 8 de mayo de 2015

LA CRÍTICA LITERARIA DE PEDRO DELGADO FERNÁNDEZ


Pedro Delgado en la librería Luces. Fotografía: Lucía Rodríguez


Como ya sabéis los que seguís este blog, de vez en cuando escribo algún post sobre alguna novela que esté relacionada con el atletismo, unas entradas que vienen a engrosar la sección Calle 1 la crítica literaria de Pedro Delgado Fernández que Salvador Moreno me abrió en su página web ellocoquecorre.com




 Esos post los escribo gracias a la colaboración de la librería Luces, que me pasa los ejemplares para que los lea y pueda escribir con total libertad sobre ellos, y al envío de ejemplares de promoción que me hacen llegar algunas editoriales, caso de Alcanzando metas o Insularidad, que será mi próxima crítica.





 


             




 Tal vez sea por esa relación especial que mantengo con la librería Luces, por lo que me resultó tan grato ver el otro día mi nuevo trabajo literario sobre su mesa de novedades.



Pedro Delgado y su Carta desde el Toubkal en la mesa de novedades de la librería Luces
Fotografía: Lucía Rodríguez

José Antonio Ruiz y Pedro Delgado en la librería Luces. Fotografía: Lucía Rodríguez


 Y que me diesen la oportunidad de firmar ejemplares de Carta desde el Toubkal en la caseta que tiene la librería en el Palmeral de las Sorpresas del puerto de Málaga.


Pedro Delgado Fernández en la caseta de Luces en la Feria del Libro de Málaga 2015
Fotografía: Janet


 Me agradó charlar con Janet y José Antonio, y ver cómo mis libros van emprendiendo su camino: uno se dirige hacia América del Sur con Kucho, un trotamundos chileno que lleva seis meses cruzando fronteras para envidia de todos aquellos a los que nos gusta viajar. Recuerdo que, como Kucho, me topé con la Feria del Libro de la Paz en uno de mis viajes a Bolivia, y que me traje varios libros en la mochila firmados y dedicados por Edmundo Paz Soldán y Tito Gutiérrez Vargas. Y es que un libro firmado y dedicado siempre será un buen souvenir.


Con Kucho, trotamundos chileno, en la Feria del Libro de Málaga 2015
Fotografía: Janet

Con Francis, que me llevó junto a Los protegidos de Pablo Aranda
(espero verte el día de la presentación en el CAL)
Fotografía: Janet


 Gracias a todos los que os acercasteis el miércoles por la Feria del Libro. Y a los que no, os espero mañana sábado a partir de las 19:00 horas en la caseta de la librería Proteo y Prometeo.