El legendario marchador sueco John Ljunggren, campeón olímpico en Londres 1948 (Bronce en los Juegos de Melbourne 1956 y plata en los de Roma 1960) Fotografía: Linda Sandgren |
Este año he oído muchos rumores sobre la posible desaparición de la marcha atlética del programa olímpico, una prueba en la que somos punteros y de la que nos llegan la mayoría de las medallas en las pruebas internacionales; como en este último mundial, en el que Álvaro Martín y María Pérez coparon lo más alto del podio en los 20 y los 35 km marcha. Dialogando ambos con el periodista Carlos Arribas, tras esos cuatro oros, Álvaro Martín apuntaba lo siguiente:
«Llevábamos viendo que la federación internacional nos hacía pequeños feos que cada vez iban a más, a más, a más...».
El último de esos feos, nos decía María Pérez, fue que la transmisión televisiva no dio en directo la prueba masculina de los 20 km, siendo la primera final del Mundial. ¿Se imaginan que eso hubiese ocurrido con la final de los 100 o los 1.500 m? Impensable.
Las palabras de Álvaro y de María me hicieron pensar que algo de cierto debía de haber en esos rumores. Ya saben, eso de que «cuando el río suena...». Pero como suelo ser desconfiado ante los rumores, he preferido constatar los hechos para saber si realmente se está conspirando contra la especialidad.
1º) La marcha atlética aparece documentada por primera vez en la Inglaterra de finales del siglo XVIII, donde se hace popular. Fue incluida en el programa olímpico masculino en los Juegos de Londres 1908, en distancias muy inferiores a las actuales. Mientras que para participar en unas Olimpiadas, las mujeres tuvieron que esperar hasta Barcelona 1992, donde compitieron sobre una distancia de 10 km, que pasaría a ser de 20 km en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Los hombres ya competían sobre la distancia de los 20 km desde los Juegos de Melbourne 1956. Además, también lo hacían en la prueba de 50 km desde los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1932 (a partir de los Juegos de Río 2016, se autoriza la participación de mujeres en la prueba de los 50 km marcha, pero sin clasificación por sexo, siendo una prueba mixta).
2º) En este mundo mercantilizado en el que vivimos, la prueba de los 50 km marcha no interesaba a las televisiones, con cuatro o cinco horas mínimo de retransmisión. Quizás por eso, cuando las mujeres reclamaron al TAS para que los 50 femenino fueran olímpicos en Tokio 2020, la reacción del COI fue la de eliminar tras los juegos la hasta entonces prueba olímpica de los 50 km masculino. Esto ocasionó una reacción en cadena y la World Athletics cambió los 50 por los 35 km marcha en categoría masculina y femenina, con la esperanza de que fuera admitida por el COI en los Juegos de París. Pero no fue así.
3º) La prueba de 35 km marcha en los Juegos fue rechazada por el COI y se le propuso a World Ahtletics (órgano de gobierno del atletismo a nivel mundial) que presentara alternativas, aunque estas debían de ser de carácter mixto y por equipos, a efectos de no incrementar el número de participantes, que es una de las preocupaciones del COI. De ahí nace la nueva prueba de marcha por relevos sobre la distancia de la maratón (1 hombre + 1 mujer que hacen 10 + 10 +10 + 12,195) que se disputará en París.
4º) Entonces, ¿cuál es el gran miedo de los marchadores? Pues que hay rumores de que el COI, dueño y señor del evento deportivo más grande del mundo (más de 11.000 participantes en Tokio), quiere aumentar el número de deportes para dar cabida a las nuevas tendencias, pero no el número de deportistas. Eso dio lugar a que deportes como el karate se eliminaran del programa olímpico y que haya rumores de reducción en otros deportes. Dentro de esa rumorología, dicen que la marcha, el martillo y el triple están entre los posibles afectados. Estos rumores, más alguna respuesta evasiva de Sebastian Coe, que interpelado por el tema respondió: pregúntenle al COI, está poniendo nervioso a los atletas.
5º) Para mí es obvio, por el gran peso que tiene la marcha en el medallero español, que el presidente de la RFEA y vicepresidente de la World Athletics, Raúl Chapado, ha peleado duro para que hubiera una alternativa a los 50 y que no se quedara el 20 como la única prueba olímpica en marcha. Meter el relevo mixto ya es una batalla ganada, pues no todos los países del mundo tienen el mismo interés por la marcha que por otras pruebas del programa atlético (hay dirigentes y países a los que no les interesa la marcha en absoluto) y eso ha debido dificultar las gestiones.
Dicho todo esto, creo que nuestros marchadores están en buenas manos. Ellos se merecen el mayor de los respetos, y nosotros el sueño de verlos conseguir ese oro en la prueba mixta de marcha por relevos sobre la distancia de la maratón en París. Ojalá la prueba funcione y se mantenga en el tiempo en el programa olímpico.