sábado, 19 de abril de 2014

JEAN BOUIN

El libro de Jean Echenoz me despertó las ganas de escribir una novela corta sobre otro gran fondista: un atleta francés al que de momento, en el año del centenario de su muerte, nadie parece echarle cuentas. Un corredor que murió, como tantos miles de soldados, en la Primera Guerra Mundial.

 Estas vacaciones de Semana Santa, aún a riesgo de empeorar mi edema óseo y mi fascitis, he viajado a París y a la zona de Saint-Mihiel, Bouconville-Sur-Madt y Montsec. Lo he hecho para investigar, para documentarme y encontrar la dichosa inspiración que, poco a poco, va asomando.

 A estas alturas Jean se ha convertido en una especie de amigo invisible, como ese que tenían mis hijos cuando eran pequeños. Lo veo a diario y es como si nos hiciésemos compañía.
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 Es algo que me sucede siempre que escribo una novela. Los personajes me atrapan y me llevan con ellos. En este caso a Marsella, a Estocolmo, a París, al frente de batalla... He empezado escribiendo las páginas que cierran este libro, así que lo primero que he hecho ha sido alistarme con los soldados que marchan al frente. Yo sé que marchamos hacia una carnicería, pero ni Jean ni los demás lo saben. Algunos sí se lo imaginan, pero la mayoría piensa que será un paseo de unas semanas, que estarán de vuelta en casa por Navidad.
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 La fotografía que más me gusta es la de Jean en la final de 5.000 metros de los Juegos Olímpicos de Estocolmo. Kolehmainen está a punto de romper la cinta con su pecho y Jean Bouin lo sigue a dos palmos de distancia, tratando aún de alcanzarlo, impotente ante el final del finlandés. Jean parece agarrotado, bloqueado, mientras que la zancada de Kolehmainen es tan liviana que parece correr a unos metros del suelo, como si volase.

Kolehmainen y Jean Bouin en la final de 5.000 metros de los Juegos Olímpicos de Estocolmo 1912

martes, 15 de abril de 2014

BOSTON FOREVER!!!

We Will Finish The Race

Hoy se cumple el primer aniversario de la tragedia de Boston, cuando dos bombas estallaron a escasos metros de la línea de meta de la maratón, en un atentado que le costó la vida a tres personas, entre ellas un niño de ocho años, y que dejó más de 176 heridos.

 Boston, la más veterana, la meca de los corredores en los 70, sacudida por dos locos terroristas. Boston y la comunidad atlética aún de luto.

 Ojalá la edición de este año, el próximo lunes 21 de abril, sea la más numerosa de todas. Cruzar la meta, en silencio o con un grito de rabia, como homenaje a las víctimas.


Cartel de la 118º edición de la Maratón de Boston

miércoles, 9 de abril de 2014

LA I MEDIA MARATÓN "CIUDAD DE MÁLAGA"

Rafael Morales y Pedro Delgado en la víspera de la I Media Maratón Ciudad de Málaga. Diario 16. Fotografía: Jesús Domínguez.



Ahora que todo el mundo anda buscando la crónica y la clasificación de la XXIV Media  Maratón Ciudad de Málaga, os traigo aquí algo más difícil de encontrar: la clasificación y la crónica del diario Sur de la I Media Maratón Ciudad de Málaga, que se celebró un 2 de junio de 1991. Además, la clasificación viene a corroborar lo que ya os comenté en la entrada anterior (¿Qué demonios...). Frente a las marcas de este año (1h 6'11", 1h 6'40" y 1h 7'45") ahí están las de aquella primera edición. Yo, con 1h.5'25", sólo pude ser séptimo, y Juan Sarria, con 1h.6'20, décimo. Y todo eso en un circuito rompepiernas.

Hombres:
1º   1h.03:25   Fernando Fernández (Loures de Portugal)
2º   1h.03:39   Luis Costa (Cristo de Portugal)
3º   1h.03:47   Domingo Barroso (Loures de Portugal)
4º   1h.04:17   Américo Pestana (Loures de Portugal)
5º   1h.04:54   Luis Raposo (Loures de Portugal)
6º   1h.05:19   Ruiz Correa (Omhao de Portugal)
7º   1h.05:25   Pedro Delgado Fernández (Málaga Wagen)
8º        ¿?           Stam Rene (Granada)
9º   1h.05:49   Mohamed Zouak (Benalmádena)
10º 1h.06:20   Juan Sarria Cuevas (Málaga Wagen)

No sé si se ampliará el texto al cliquear sobre la noticia del diario Sur, pero por si no es así, les anoto debajo la crónica de la carrera. Merece la pena leerla. ¡Qué digo merece la pena! Es de lectura obligatoria. Sobre todo por como se desarrolló la prueba.



M.A.C. (Diario Sur, 4 de junio de 1991)

DOMINIO DE LOS CORREDORES DE PORTUGAL EN LA I MEDIA MARATÓN CIUDAD DE MÁLAGA.

Pedro Delgado (Wagen Adacross), séptimo en la general, el mejor malagueño.

Los corredores de Portugal fueron los grandes protagonistas de la I Media Maratón Ciudad de Málaga, celebrada el pasado domingo, al copar las seis primeras plazas de la clasificación general. Fernando Fernández, del Club Loures, fue el vencedor, con un tiempo de 1.03:25; un gran registro para las características del terreno. Fernández hizo una media de 3 minutos por kilómetros, lo que significa que el ritmo imprimido en el recorrido fue bastante alto.
 El segundo clasificado fue Luis Costa, del Club El Cristo, con un registro de 1.03:39, por delante de Domingo Barroso (Club Loures), con 1.03:47; Américo Pestana (Club Loures), con 1.04:17; Luis Raposo (Club Loures), con 1.04:54, y Ruiz Correa (Omhao), con 1.05:19.
 El mejor español fue el malagueño Pedro Delgado, del Málaga Wagen Adacross, que ocupó el séptimo lugar con un tiempo de 1.05:27. Stam Rene (Club Pasito a pasito de Motril), Zouak Mohamed (Benalmádena) y Juan Sarria (Málaga Wagen), se adjudicaron las siguientes posiciones.
 En la categoría femenina, la vencedora fue Carmen Mingorance (Ciudad de Motril), con 1.16:17, por delante de Rhaoui Naima (Maracena), con 1.18:25, y Cándida Romeira (Omhao), con 1:24:42. Las mejores malagueñas fueron María Taboada (Nerja), Carmen Aranda (Málaga Wagen) y Toñi Díaz (Málaga Wagen).
 Joaquín Palomino fue el mejor en veteranos, con una marca de 1.15:16. Por otra parte, Esteban Jankovic, Francisco Nuñez y Fernando Ruiz participaron en la categoría de minusválidos, haciendo honor al lema que exhibieron: "Porque podemos".

Club Loures, campeón

 El club portugués Loures fue el primero en la clasificación por equipos, con 13 puntos, gracias a que sus representantes consiguieron cuatro de las cinco primeras plazas. El conjunto anfitrión, el Málaga Wagen Adacross, fue segundo, con 49 puntos. La tercera plaza se la adjudicó el Omhao, con 53.

 La carrera empezó con dos vueltas a la nueva pista de atletismo de Carranque, que albergó a un buen número de aficionados. A la altura del recinto ferial un grupo de quince corredores, en el que se encontraban todos los favoritos, adquirió una sustancial ventaja. Se produjo una selección natural, protagonizada por aquellos que luchaban por el triunfo final. Los malagueños Rafael Morales, Juan Sarria y Pedro Delgado se encontraban en ese grupo de privilegiados y, además, fueron los que marcaron el ritmo en los primeros kilómetros de la Media Maratón.
 A la altura de Famadesa, Rafael Morales dio un nuevo tirón, escapándose con los cinco portugueses que, a la postre, ocuparían las primeras posiciones. Morales impuso un ritmo muy fuerte, pero no recibió relevo alguno por parte de sus compañeros de escapada. A la altura del kilómetro quince, el atleta malagueño sufrió un flato, que le obligó a abandonar. Los cinco portugueses siguieron agrupados hasta que, a pocos kilómetros de la meta, Fernando Fernández aumentó su ritmo y dejó atrás a sus compatriotas para dirigirse triunfalmente a la línea de meta.

 Los organizadores de esta I Media Maratón Ciudad de Málaga salieron muy satisfechos del desarrollo de esta prueba, que contó con la participación de trescientos doce atletas y treinta y dos clubes. Tal fue el éxito y el apoyo recibido por parte de la Fundación Pública del Ayuntamiento de Málaga, Diputación Provincial, Junta de Andalucía y numerosas empresas, que el Club Málaga Wagen Adacross está dispuesto a superar si cabe el nivel en la edición del próximo año y a organizar un Campeonato de España oficioso de Media Maratón.

Fernando Fernández (375), Rafael Morales (203), Pedro Delgado Fernández (detrás de Morales), Juan Sarria Cuevas (315), Mohamed Zouak (157), Mohamed Mayud (204), Rene Stam (357), Domingo Barroso (detrás de Sarria), Luis Costa (entre Delgado y Zouak), Antonio Muñoz (entre Sarria y Barroso), José Mestre (entre Stam y Mayud). Al fondo, a la izquierda de la imagen, se ve al marroquí Milou Badine.

 Aquel día perdimos esa carrera frente a los portugueses, pero hubo otras mañanas de domingo en las que fuimos nosotros los vencedores. Ellos nos hicieron sudar más, pero también nos hicieron más grandes. Y escribo en plural porque estoy seguro de que este pensamiento lo comparten mis compañeros de entrenos y correrías de entonces: Rafael Morales, Juan Sarria y Francisco Espejo, a los que les mando un saludo desde aquí.

sábado, 5 de abril de 2014

¿QUÉ DEMONIOS ESTÁ PASANDO CON LA PIRÁMIDE ATLÉTICA?

Frente a los 312 participantes de la primera edición (2 de junio de 1991), son 6.000 los que tomaran la salida mañana domingo en la vigésima cuarta edición de la Media Maratón Ciudad de Málaga, seis mil que bien podrían haber sido diez mil pues los dorsales se agotaron en tiempo récord.

 Todas las teorías apuntan a que hace falta una gran base de practicantes en la pirámide atlética para que algunos corredores alcancen la cúspide de ésta; pero lo paradójico es que pese a que año tras año sube el número de inscritos, el nivel de estos cada vez es más bajo. Y no me refiero sólo al grueso de corredores (comentaba Rafael Morales hace unos días en el diario Sur que se observan peores marcas si se compara la marca de los cien primeros clasificados de hace unos años con los cien primeros de ahora) sino también a los de la cabeza y la cola. Por detrás muchos corren sin la preparación apropiada, poniendo en riesgo su salud, mientras que por delante el nivel ha bajado terriblemente. Sirva de muestra, a bote pronto, esta hoja de clasificación de 1997 que me ha hecho llegar desde Granada el amigo Juan Sánchez. Es de la VII Media Maratón Ciudad de Jerez (prueba homologada por la federación), y en ella se observa como los 23 primeros clasificados bajamos de 1h 10' (yo aparezco el 7 con 1h 6' 48").


Hoja de Clasificación de la VII Media Marathon Ciudad de Jerez de 1997
(Los subrayados no son míos)
En los puestos 6º y 7º se puede ver a los malagueños Agustín Molina y Pedro Delgado con 01:06:35 y 01:06:48

 
 Por supuesto que este bajón de nivel al que me refiero no es algo exclusivo de la Media de Málaga, sino que se está dando desde hace tiempo y por igual en todas las pruebas, habiéndose hecho también extensible a las competiciones de pista donde los registros son cada vez más pobres.

 Quizás sea una apreciación incierta, pero tengo la sensación de que la participación masiva de corredores, junto a la proliferación de carreras y la crisis que nos sacude (han bajado una barbaridad los premios en metálico y el presupuesto para traer atletas) ha provocado que el efecto participativo se haya impuesto sobre el competitivo en el atletismo. Es como si el público se hubiese calzado las zapatillas para unirse a la fiesta y estuviesen más interesados en correr y en divertirse que en los propios atletas. ¿Son buenas estas multitudes para el atletismo? Pues, como todo en la vida, tiene sus pros y sus contras, pero no es mi intención analizar ese tema aquí, sino dejar constancia de que aunque se aumente la base de la pirámide atlética la punta no termina de coger altura.

 Y aunque no venga a cuento con lo de la pirámide, no quisiera dejar pasar esta entrada sin traer a colación la figura de mi amigo Juan Sarria Cuevas que, desligado ya este año de la organización de la Media Maratón Ciudad de Málaga, se puede sentir bien satisfecho de su participación en la misma tanto de organizador como de atleta. Va por ti, Juan, y por todos los que siguen al pie de la tarea para que tengamos una de las mejores medias de España.


Juan Sarria Cuevas, protagonista del cartel de la VI Media Maratón Centro Cultural Deportivo y Recreativo Renfe. Dicha edición fue la última, dando paso en 1991 a la I Media Maratón Ciudad de Málaga, cuya alma máter siguió siendo Manolo Sarria, humorista del popular Dúo Sacapuntas, que organiza la prueba con los amigos de Málaga Sport.

miércoles, 2 de abril de 2014

MÚNICH


Hay libros o incluso pasajes de estos que te conducen a otros; a veces, incluso te llevan a una película como me ocurrió esta semana con uno de los capítulos de Reyes del asfalto, de Cameron Stracher, cuya lectura me hizo buscar entre las estanterías de deuvedés que jalonan una de las escaleras de casa, películas que regalan o venden a bajo precio con los periódicos de los domingos, junto a otras que me han marcado y que me reconforta tener a mano. Entre las primeras hay muchas que todavía tienen su precinto de plástico y que aguardan su oportunidad, pues los que tenemos niños no siempre disponemos de dos horas para sentarnos a ver una película: entre que se acuestan y cenas..., al final se te cierran los ojos y terminas convirtiendo un largometraje en una serie televisiva. MUNICH, de Steven Spielberg, estaba aún sin desprecintar y en la carátula se leía:

"Basada en hechos reales, Múnich nos descubre la intensa historia de un escuadrón israelí, asignado para localizar y asesinar a los 11 palestinos sospechosos de planear la masacre de Múnich de 1972 de 11 atletas israelíes, cuya venganza recaerá sobre el grupo y el hombre que los lidera. Aclamada como "tremendamente excitante" (Peter Travers, Rolling Stone) este explosivo thriller de suspense de Steven Spielberg cosechó 5 nominaciones a los Oscars, incluidas Mejor Película y Mejor Director".

 El argumento no trata de la masacre en sí, sino de las consecuencias. Es la historia de una misión, una misión que no se reconoció cuando se llevó a cabo en su momento. La primera ministra israelí, Golda Meir, junto a varios oficiales gubernamentales y miembros del Mossad, decidieron hacer una lista con la gente que creían responsable de lo ocurrido en Múnich e ir a por ellos. Algunos de los señalados pertenecían a una red terrorista, otros eran líderes políticos e intelectuales. La idea era hacerle saber al mundo que Israel no permitiría aquel tipo de actos, que responderían con un ojo por ojo. Los principales personajes de la película son los cinco que cometen los asesinatos selectivos, hombres susceptibles de tener las mismas dudas morales que cualquiera y que vienen a ejemplificar como el odio y la venganza sólo llevan a la destrucción.




 ¿El pasaje del libro de Cameron que me llevó a la película? Aquí os lo dejo:
"Los terroristas llegaron antes del alba. Con la ayuda de varios atletas estadounidenses, saltaron la valla con sus bolsas deportivas y vestidos con chándal rojo. La seguridad era poco estricta y nadie se molestó en detenerlos ni hacerles preguntas. Eran los "Juegos Amistosos", y los alemanes esperaban borrar con ellos el recuerdo de los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, organizados bajo la mirada aprobatoria de Hitler. Saltar una valla a altas horas de la madrugada tras una noche de copas parecía lo más indicado. A continuación, los ocho palestinos, miembros del comando Septiembre Negro, avanzaron a hurtadillas hacia el número 31 de la Connollystrasse, donde se alojaban los atletas de Uruguay, Hong kong e Israel. Eran las 4.10 de la madrugada del 5 de septiembre de 1972. Derribaron la puerta del primer apartamento de una patada, despertando a Iósef Gutfreund, un árbitro de lucha libre israelí, que se abalanzó hacia la puerta mientras les gritaba a sus compatriotas que escapasen. Tuvia Sokolovsky, entrenador de halterofilia, consiguió romper una ventana y escapar, pero los otros cinco entrenadores y árbitros no tuvieron tanta suerte; fueron capturados, atados y trasladados junto con Gutfreund a un dormitorio vacío del segundo piso en calidad de rehenes. Los terroristas obligaron al entrenador de lucha libre Moshe Weinberg a que los condujera hasta el resto de compañeros del equipo. Weinberg pensó que los luchadores y los levantadores de pesas tendrían más posibilidades de neutralizar a sus captores, de modo que los convenció de que el apartamento número 2 -donde se alojaban los equipos de tiro, esgrima y atletismo- estaba ocupado por la delegación uruguaya. Siguieron hasta el apartamento número 3, donde uno de los luchadores logró escapar, pero el resto de sus compañeros fueron apresados. Cuando Weinberg y el levantador de pesas Iósef Romano trataron de escapar, los mataron de un balazo. El cuerpo de Weinberg cayó al suelo, donde lo encontró un guardia de seguridad que alertó a las autoridades alemanas. Empezaban así veinticuatro agónicas horas que acabaron con una torpe operación de rescate que la policía alemana lanzó en el aeropuerto, adonde los terroristas habían llegado en helicóptero con el propósito de volar a El Cairo para continuar ahí con las negociaciones. Durante el tiroteo subsiguiente, los terroristas asesinaron al resto de rehenes. La crisis se saldó con once atletas, cinco terroristas y un policía muertos. El corredor de fondo norteamericano Frank Shorter vio cómo se desataba el terror desde su balcón, que daba justo delante del complejo israelí. Se había ido a dormir convencido de que los atletas estaban seguros, pero por la mañana, al despertar, se encontró con la cruda verdad".

 Frank Shorter ganaría pocos días después la maratón, y "justo en ese instante, oscurecido por el dolor y la muerte", nacería el boom del running en Estados Unidos.



Nota: El pasaje de Reyes del asfalto, de Cameron Stracher, pertenece a la primera edición de marzo de 2014 de Contra Ediciones, con traducción de David Paradela López.