martes, 14 de enero de 2020

ZÁTOPEK: LA NOVELA GRÁFICA


Zátopek, Aloha! Editorial, la novela gráfica de Jan Novák y Jaromír 99
Fotografía: Lucía Rodríguez 

Aunque Zátopek se retiró de la competición en 1958 y murió hace 19 años, sus logros permanecen entre nosotros y nos siguen impresionando como el primer día. La sola mención de su nombre evoca el genio de ese atleta, sus cabalgadas y sus medallas. La discusión saldada con esas tres sílabas rotundas y sonoras al dilucidar quién es el mejor atleta de la historia. En esto reside la magia de los más grandes deportistas. Eternos mientras haya quien los admire. Inmortales cada vez que alguien escribe sobre sus gestas: Jean Echenoz en Correr o Jan Novák y Jaromír 99 en la novela gráfica Zátopek.
 De la novela del francés ya les hablé en 2014, así que hoy voy a hablarles del cómic de los checos, publicado por Aloha! Editorial hace dos veranos. Un volumen que se abre con un excelente prólogo del atleta olímpico Juan Carlos Traspaderne (Logroño, 1956), campeón de España de maratón en 1983. Ese mismo año, el español corrió sobre el asfalto de Helsinki en 2h.11.34, su mejor marca personal y récord nacional en la época.

Juan Carlos Traspaderne

Es libertad
Juan Carlos Traspaderne, corredor olímpico. 
 La tarde del catorce de agosto de 1983, entré en el Estadio Olímpico de Helsinki para terminar la prueba de maratón del primer Campeonato del Mundo de Atletismo. Algo menos de un minuto transcurrió desde la entrada al estadio hasta cruzar la línea de meta, pero puedo decir que ese escaso minuto fue, sin duda, el más intenso que he vivido en mi vida. 
 Entraba en un estadio olímpico repleto de amantes del atletismo que ovacionaban a todos los participantes por la gesta que estaban a punto de finalizar. 
 Abajo, en la pista, me sentía pequeño ante las dimensiones de la emoción colectiva y me sentía grande ante la emoción que me embargaba. 
 Entraba con la incredulidad de quien todavía no se cree lo que está haciendo, pero la realidad me esperaba en la línea de meta: dos horas once minutos treinta y cuatro segundos en la prueba de la maratón. 
 Entraba también con miedo: ¿Y si me lesiono? ¿Y si no llego a la meta? Eso no debía ocurrir, pero era una posibilidad, y quizás fue por ese temor que no esprinté lo suficiente y dejé que me adelantaran dos participantes en el estadio. Entraba recordando todo lo realizado para llegar a este momento. Esos entrenamientos a las once de la noche o a las seis de la mañana, siempre en función de mis horarios de trabajo. Ese sacrificio impuesto a la familia. Esos fines de semana en los cuales no me movía más que para entrenar, ya que el resto del tiempo lo necesitaba para recuperarme de la fatiga acumulada. Recordaba esos desprecios de la gente al verme entrenar por las calles… Eran otros tiempos. 
 Entraba por la misma puerta por la que el tres de agosto de 1952 entró un tal Emil Zátopek para proclamarse campeón de maratón en la Olimpiada de Helsinki, con dos horas veintitrés minutos y tres segundos. Fue su primera maratón, y en aquella misma olimpiada ya había ganado los cinco mil y los diez mil metros. Logró pues una hazaña única, y quizás irrepetible, en la historia olímpica. 
 Sentí un gran honor por poder compartir el mismo espacio en la distancia con uno de los grandes mitos de la historia del atletismo. 
 Entraba cuando Robert de Castella, con dos horas diez minutos y tres segundos, se proclamaba como primer campeón del mundo. 
 Al final de ese minuto, crucé la meta en el puesto doce. ¡Qué lástima esos dos puestos que perdí, por pecar de prudente! Vi la marca que había conseguido y me dije: "Sí, sí, esto merece la pena". No porque ahora me lo fueran a reconocer y todo serían adulaciones por lo conseguido. No, no por eso. Merece la pena porque te has llevado al límite, porque te has demostrado a dónde te pueden llevar la determinación, el trabajo, la humildad, la confianza, la constancia y el apoyo de las personas: a lograr objetivos que redundan en tu mejora personal. ¿Y todo esto por hacer una marca en una maratón? 
 Sí, por una maratón. 
 ¿Pero qué es una maratón? Desde luego, es mucho más que correr cuarenta y dos kilómetros y ciento noventa y cinco metros. 
 Es llevar tu determinación de lograr un objetivo para el que es necesario explorar tus límites físicos y psíquicos. 
 Es libertad. ¿Qué mayor grado de libertad se puede sentir cuanto tu elección te lleva al límite? 
 Es encontrarte contigo mismo, mediante el diálogo que se establece entre tus deseos conscientes y tu instinto de protección. 
 Es ser consciente de que el primer límite es el tuyo propio; no importan tanto tus rivales, porque el primer rival eres tú mismo. 
 Es demostrarte tu capacidad para superar sentimientos negativos que se producen en la prueba y en los entrenamientos. 
 Es persistir en el esfuerzo cuando tu cuerpo y tu mente te dicen "para". En ese momento solo te queda la voluntad. 
 Todos esos sentimientos provocan una emoción que te recorre a lo largo de la prueba y que explota cuando has terminado. Cuando el resultado es negativo o lo conseguido no cumple con tus expectativas, te queda la satisfacción de haberlo intentado, y de haberte encontrado contigo mismo. La primera vez que oí hablar de Emil Zátopek fue el veintiséis de enero de 1975 en mi debut en el Cross de Lasarte. Recuerdo escuchar a mi entrenador, Iluminado Corcuera, decir que este cross había sido ganado por gente de la importancia de Emil. Efectivamente, Zátopek ganó la prueba ese mismo día en 1958, en su última carrera como atleta. Entonces hice poco caso a aquel comentario. Hoy puedo decir que, gracias a Emil Zátopek, yo soy un poco como soy y he podido tener el honor de escribir estas líneas en su recuerdo y tributo. 
 La maratón es una prueba que está llena de ejemplos de vida, de humildes personas y grandes atletas que, como Emil Zátopek, son capaces de decir: "Sí quieres correr, corre la milla. Si quieres cambiar tu vida, corre la maratón". 
 Gracias, Emil.

 Aloha! Editorial ha tirado la casa por la ventana para ofrecernos una edición de lujo, con tapas duras y sobrecubierta; una portada que da gusto ver de cara en la estantería, con el personalísimo dibujo de Jaromír 99, en mate y a cuatro tintas: salmón, beige, azul y negro.

Pedro Delgado hojeando la novela gráfica Zátopek en la Ciudad Deportiva de Carranque
Fotografía: Lucía Rodríguez

 El tomo comienza en 1952, cuando Emil y Stanislav Jungwirth, un prometedor corredor de la milla, entrenan juntos en el parque forestal Houstka, en la ciudad de Stará Boleslav, en las inmediaciones de Praga. Ambos pertenecen al Club Deportivo o Unidad de Educación Física Dukla Praga, perteneciente a las Fuerzas Armadas de Checoslovaquia, un club que aún existe. Y Emil trata de enseñarle al joven Jungwirth (al que llama cariñosamente Yogur) sus peculiares métodos de entrenamiento mientras se preparan para los juegos olímpicos de ese año. Ideas novedosas y métodos nunca antes probados. Algunos poco heterodoxos:
–¡Venga! ¡Ahora solo con una inspiración! 
–¿Cómo con una inspiración? 
–Fácil, ¡cogemos aire y vemos quién llega más lejos!
 Luego Jan Novák, el guionista, da un salto en el tiempo y se va a 1922, año de nacimiento del atleta, y a 1929, para mostrarnos la infancia del hijo del carpintero. También su entrada en la fabrica de calzado Bata con tan solo quince años; la invasión alemana en 1939; sus carreras con el equipo de la fábrica; su primeros planes de entrenamiento de la mano del doctor Haluza, también corredor de fondo; sus primeros récords; el fin de la guerra en 1945; su primer campeonato de Checoslovaquia y su ingreso en el ejército.
–Entonces, allá en Zlin, ¿quién te entrena? Nadie, ¿verdad? Con nosotros en el ejército vas a tener los mejores entrenadores, los mejores médicos, ¡los mejores masajistas! 
 Ahora ya no será como en la guerra, ahora se viajará al extranjero, ¡ahora vas a representar a la patria! ¡Y fuera hay otra competencia! 
 ¡No puedes vencer a esos tipos siendo un zapatero de Zlin!
 En febrero de 1948, los comunistas tomaron el poder en Checoslovaquia, y su vida se vio alterada de nuevo. Mientras prepara los cinco mil y diez mil metros de los Juegos Olímpicos de Londres, conoce en las pistas de atletismo a la lanzadora Dana Ingrová. Ambos nacieron el mismo día, del mismo mes y del mismo año, así que parecen predestinados a casarse. Juntos formarán una de las parejas más bonitas del atletismo mundial. Emil la ayuda y anima a mejorar en los entrenamientos, y Dana consigue la mínima olímpica en lanzamiento de jabalina.

Zátopek (Aloha! Editorial), la novela gráfica de Jan Novák y Jaromír 99
Fotografía: Lucía Rodríguez

 En Londres Emil gana el oro en los 10.000 metros –le saca 200 metros al segundo clasificado marcando un nuevo récord olímpico con un tiempo de 29:59,6– y la plata en los 5.000 metros. Dana lanzó cerca de su mejor marca y se clasificó en el séptimo puesto.

Zátopek, Aloha! Editorial, novela gráfica de Jan Novák y Jaromír 99
Fotografía: Lucía Rodríguez

 En la página 137, las viñetas de Jaromír 99 nos devuelven al inicio de la novela. Tras el entrenamiento, mientras se asean y se cambian de ropa en el vestuario, nos enteramos de los problemas políticos que tiene Jungwirt para ir a la siguiente olimpiada (Helsinki 1952), pues su padre está preso en un campo de trabajo por subversión al estado –en realidad por largar contra el gobierno en un bar–. Emil se tomará el caso como algo personal, y a riesgo de ser juzgado y castigado por desacato, llegará a tensar la cuerda hasta el punto de renunciar a los Juegos.
 Si Jungwirt consiguió correr los 1.500 metros en Helsinki es algo que deberán averiguar ustedes leyendo esta novela gráfica; lo que sí sabemos, porque es historia, es que Dana se hará con el oro en jabalina, y Emil se colgará al cuello lo que parece imposible: tres medallas de oro, en los cinco mil, los 10.000 mil metros y la maratón –siendo éste su estreno en la distancia de Filípides–, que lo mantienen como el mejor atleta de fondo de todos los tiempos.

Zátopek, de Aloha! Editorial, sobre el tartán de la pista de atletismo de Carranque
Fotografía: Lucía Rodríguez

 Lo que no recogen las viñetas, potentes y algo expresionistas de Jaromír 99, es algo que sucedió diez años después de su retirada del atletismo y que lo honra todavía más como persona. Ocurrió durante la Primavera de Praga, cuando el líder del país, Alexander Dubcek, trataba de reformar el régimen comunista; algo que no fue bien visto por la Unión Soviética y sus aliados del Pacto de Varsovia, que enviaron sus tropas a ocupar el país. Cuando los tanques aparecieron por la ciudad, el pueblo, y con él Zátopek,  salió a la calle a protestar por la injerencia soviética, algo por lo que sufriría represalias. Se le expulsó del ejército, donde tenía el grado de coronel, y lo mandaron a trabajar a las minas de uranio. Luego lo pondrían a barrer las calles de Praga. Cuentan que la gente salía a barrer las aceras antes de que él pasara para ahorrarle tamaña humillación.


 Personalmente, me siento identificado en algunas cosas con Zátopek, al que empezaron a llamar la Locomotora Humana tras su paso por Helsinki.
–Tenía dos opciones: una, desgastar a los otros corredores durante la carrera, o dos, perder al final. Elegí la primera opción. 
***
–¿Por qué corre tan rápido? Le hubiera bastado con un tiempo normal para ganar. 
–Porque quiero aprender a correr, y no ir de listo. No quiero ir detrás de un rival para ganarle al final. A mí no me importa cansarme. Para eso entreno. 
–El respondió: "Correr lento, ¿para qué?"
 Y como estos, hay otros detalles que compartimos y de los que ya les hablé en el artículo que le dediqué a la novela Correr de Jean Echenoz.

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2014/01/correr-el-libro-acerca-de-zatopek.html

 Por último, comentar que en las últimas páginas figura un apartado de notas, apuntes interesantes que te hacen volver a repasar las viñetas del libro. Unas son de Carlos Traspaderne y otras de la traductora, Ester Vignolles Podhradska, a la que desde aquí le doy las gracias por verter por primera vez la obra al español. También se las doy a Adriana Bañares, fundadora y directora de la editorial Aloha!, por apostar por este proyecto.

Nota: Gracias a Juan Sarria hijo, que se prestó a mostrarnos su gemelaco en la fotografía que abre este artículo.

miércoles, 8 de enero de 2020

ME ACUERDO (DE 2019)


Ahora que empieza el nuevo año me pongo a recordar el anterior y, como George Perec, me acuerdo:

 Me acuerdo de la tristeza de enero, y de la técnica japonesa del kintsugi.

Técnica japonesa del kintsugi

 Me acuerdo del homenaje a Paco Caballero en la cuarenta edición del Cross de Sonseca, y de lo bonito que es reconocer a las personas en vida.

Paco Caballero con Fermín Cacho, campeón olímpico en los 1.500 metros
Fotografía: Archivo personal de Paco Caballero

José Manuel Abascal, medalla de bronce en los 1.500 metros de los Juegos Olímpicos de 1984, habla sobre Paco Caballero y el Cross de Sonseca

Sur, de Antonio Soler (Editorial Galaxia Gutenberg)
Fotografía: Lucía Rodríguez

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2019/01/antonio-soler-uno-de-los-nuestros.html

 Me acuerdo de tener que darme de baja a mediados de marzo por la agravación de mi fascitis plantar y de una tendinopatía en el tendón del tibial posterior; de ponerme de nuevo en manos de Antonio Jurado, mi fisioterapeuta de toda la vida, y de estar leyendo su primera novela, El árbol de la cucaña, mientras me ponía ondas de choque en la camilla.

Pedro Delgado leyendo en el Centro de Rehabilitación Larios
Fotografía: Lucía Rodríguez

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2019/04/antonio-jurado-fisioterapeuta-y-escritor.html

 Me acuerdo de haber visto en abril retornar al porche de casa a gorriones y golondrinas, y de ponerles comida y sentarme en el banco a observarlos. De Notre Dame en llamas, y de inyectarme factores de crecimiento en la inserción de la fascia plantar en el calcáneo.

 Me acuerdo del vuelo nocturno de mi hijo Enzo a los mandos de una Piper en mayo, y de ir a recogerlo a las tres de la mañana al aeropuerto de Málaga. De volver ese mes al instituto, aún con dolor en el talón al caminar, y de alternar días de ciclismo con otros de natación en la piscina de la Universidad para tratar de ponerme en forma. De la aparición de John Ruskin, con motivo de su bicentenario, en el Cementerio inglés de Málaga. Y, algo menos prosaico, de preguntarme por qué tienen que poner La Noche en Blanco el mismo día de Eurovisión.

Un fantasmal y magistral John Ruskin hace su aparición en el minuto 29:34

 Me acuerdo de la graduación de 4º de mi hijo Pedro en junio. También de la de mis alumnos –fue un placer darles clase y, sobre todo, verlos crecer–.

Alumnos de 4º de ESO del Isaac Albéniz de Málaga
Fotografía: Pedro Delgado

Alumnos de 4º de ESO del IES Isaac Albéniz de Málaga
Fotografía: África Caro

Alumnos de 4º de ESO del IES Isaac Albéniz de Málaga
Fotografía: Pedro Delgado

 Me acuerdo del concierto que dio Rod Stewart en julio en Fuengirola y de lo bien que envejece. También del de los míticos The Beach Boys en el Starlite de Marbella, y del de La Bien Querida con el poeta Alejandro Simón Partal en el jardín de la Casa Gerald Brenan de Churriana.

Cartel concierto Rod Stewart en Fuengirola

 Para ver el concierto completo: https://www.youtube.com/watch?v=0JXJz-RJadY

The Beach Boys en el Starlite Festival (Marbella, 11 de julio de 2019)
Fotografía: Lucía Rodríguez

Alejandro Simón Partal y La Bien Querida
Casa Gerald Brenan en Churriana

https://es-es.facebook.com/GPONChurrianaTV/videos/467764890678495/

https://cartadesdeeltoubkal.blogspot.com/2019/07/playa-o-piscina.html

 Me acuerdo de las obras de reforma que realizamos en casa en el mes de agosto, y de lo terrible que es tener toda la casa patas arriba.

Fotografía: Pedro Delgado

https://cartadesdeeltoubkal.blogspot.com/2019/10/la-baraka-y-otros-textos-marruecos.html

 Me acuerdo del comienzo de curso en septiembre, de las caras nuevas y las ya conocidas.

 Me acuerdo de nadar como si no hubiese un mañana un 2 de octubre en la playa de Guadalmar, del miedo que pasé y del alivio que sentí al poder evitar una tragedia. También de tragarme casi todas las retransmisiones del Campeonato Mundial de Atletismo celebrado en Doha; del keniata Eliup Kipchoge, que prefirió viajar a Viena en lugar de a Qatar para bajar de las dos horas en una maratón prefabricada y de laboratorio; del revuelo que causaron sus zapatillas de alta tecnología que valen cerca de 300 euros, y del daño que me hice en la espalda al levantar un mueble con uno de mis hijos.

Pedro Delgado, De La Fuente y Calle 
Jornada deportivo-recreativa en la playa de Guadalmar
Málaga, 2 de octubre de 2019

Campeonato Mundial de Atletismo en Doha 2019

Kipchoge rodeado de liebres en su récord no homologado de Maratón
1 hora 59 minutos y 40 segundos (Viena, 12 de octubre de 2019)
Fotografía: Agencia Reuters

Eliup Kichoge con sus zapatillas voladoras
El primer hombre en bajar de las dos horas en maratón

 Me acuerdo de ponerle a los alumnos la película Invictus, de las cuatro sesiones de rugby y de que los Springboks volvieron a ganar el campeonato del mundo de ese deporte el día 2 de noviembre. También de lo graciosa que estuvo Yolanda Ramos en la inauguración del Festival de Cine Fantástico de Málaga en el  cine Albéniz.

Cartel de la película Invictus

Cartel Copa Mundial de Rugby
Japón 2019

Sudáfrica campeona de la copa del mundo de rugby (Japón, 2019)

Tecla Lumbreras y Yolanda Ramos en la inauguración del Fancine
 Málaga, 2019

 Me acuerdo de ver entrar en meta al keniata Martin Cheruiyot en la Maratón de Málaga que se celebró en diciembre, y de lo bonito que hubiese sido que ganara el 2º clasificado, Elud Kibet, quien se cayó en la pasada edición a tres metros de la meta cuando iba segundo y fue adelantado por dos atletas.

Martin Cheruiyot vencedor de la Maratón de Málaga 2019
Fotografía: Pedro Delgado

Elud Kibet segundo clasificado en la Maratón de Málaga 2019
Fotografía: Pedro Delgado

Dramática llegada de Elud Kibet en la Maratón de Málaga de 2018

  Me acuerdo de los familiares y amigos que ya no están.

 Me acuerdo, por último, de la sorpresa (pensaba que mis dos agapornis eran machos) de ver que Tiberio ha puesto cuatro huevos.

Tiberio mirando a cámara, con Leonardo y los huevos al fondo
Fotografía: Pedro Delgado

sábado, 21 de diciembre de 2019

LIBROS PARA REGALAR EN REYES


En juego (2006) del pintor, escultor y artista multimedia Eugenio Ampudia
http://www.eugenioampudia.net/

 Decía ayer Manuel Rodríguez Rivero, desde su Sillón de orejas del Babelia, que "lo bueno de los buenos libros es que no hace falta que sean caros para convertirse en regalazos". Por eso, qué mejor que visitar las librerías en estas fechas.
 Y por si el destinatario es deportista, les voy a sugerir unos cuantos libros en los que aparece gente que corre, que consigue un ensayo, que da patadas al aire, que anota un penalti, que pedalea, que lanza un jab, que ejecuta una volea o asciende una montaña.
 De algunos de estos libros ya les hablé en el blog, y de los otros espero poder hacerlo a lo largo del año que viene: ese 2020 para el que les deseo la mejor de las suertes.

la-media-distancia.html

el-ingenuo-salvaje

https://www.alfaomega.es/libros/bruce-lee

https://capitanswing.com/libros/st-pauli/

el-taller-de-bicicletas

se-necesitan-heroes

la-dulce-ciencia.html

los-niveles-del-juego

la-coronacion-del-everest

 ¡Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo!

sábado, 16 de noviembre de 2019

DEL BRAVO ETXENAGUSÍA, LAS ANTIGUAS CARRERAS VASCAS, LAS POLLARADAS ARAGONESAS Y LA MUERTE DE SÚPER PACO


Etxenagusía y De Nys en el desafío Zarautz-Aia (Guipúzcua)
Fotomontaje: Lucía Rodríguez

El otro día leí un texto en el diario El País que me pareció muy interesante por ser el reflejo de una época. Lo firmaba el escritor bilbaíno Patxo Unzueta, y contaba una antigua historia acerca de un korrikolari llamado Etxenagusía, quien, a comienzos de los años veinte, ganaba a todos en las carreras de campo a través, siendo considerado por sus paisanos el mejor corredor del mundo. Cuentan que, para demostrarlo, sus vecinos le organizaron un desafío con un atleta belga que había participado en los últimos Juegos Olímpicos de Amberes. Pero..., mejor les dejo que se lo narre el propio Patxo Unzueta.

El bravo Etxenagusía

Por Patxo Unzueta 

A veces solo la muerte es capaz de acreditar la sinceridad o la buena fe de alguien. Pudo ser el caso de un korrikolari vasco apellidado Etxenagusía que en los años veinte del siglo pasado tuvo que morir para demostrar que no era un traidor o un tramposo. Sus paisanos estaban convencidos de que no había en el mundo un corredor de larga distancia capaz de ganarle y para demostrarlo organizaron un desafío con un campeón belga llamado De Nys, laureado en los Juegos Olímpicos de Amberes (en 1920).
 La prueba fue fijada para el 21 de mayo de 1922 sobre un recorrido de 13 kilómetros entre Zarautz y Aia, en Gipuzkoa. El día amaneció bochornoso, por lo que el belga propuso aplazar el desafío 24 horas. Eso enardeció a los que habían apostado por Etxenagusía, que vieron en esa propuesta la evidencia de que el olímpico reconocía que el bravo corredor local era mejor que él.
 De Nys cubrió la distancia en 54 minutos y 5 segundos. Etxenagusía salió a todo tren, pero cerca ya de la meta hizo señales de que no podía seguir. Los parientes y amigos que se habían jugado los cuartos por él pasaron de la sorpresa a la indignación: traidor, vendido, le llamaron. El korrikolari fue llevado a su casa, donde falleció por agotamiento en la mañana del día 23, tras 48 horas de agonía. Comprendieron entonces los suyos que Etxenagusía no era un traidor, pero tampoco el mejor corredor del mundo, sino uno de los mejores de Gipuzkoa.
 He intentado encontrar en internet alguna referencia a aquel enfrentamiento, sin resultado, y tampoco he tenido éxito al teclear los nombres de ambos contendientes en busca de una fotografía, aunque fuese algo desvaída, de ellos. Sé lo difícil de la empresa, pues el año 1922 queda muy lejos en esa maraña que conforma la red de redes. Por ese motivo, y para ilustrar la cabecera de esta entrada, le he pedido a Lucía que intervenga un grabado de 1874 donde se ve corriendo a unos atletas universitarios en el College Park de Dublin.

Grabado de Marichal. Fundación Joaquín Díaz

 Ya sé que no es lo mismo, por eso los invito a ponerse en contacto conmigo si tienen o encuentran alguna fotografía de los protagonistas, y a husmear en las hemerotecas correctas (supongo que en Guipúzcua) en busca de la noticia de prensa de la época. Como decía aquel: “è improbabile ma non impossibile”.
 No tiene nada que ver, pues en las antiguas carreras vascas las contiendas eran entre dos únicos participantes que habían apostado una cantidad por medio, pero, de momento, he encontrado un póster de un cross popular que cubre el mismo trazado entre Zarautz y Aia. Es del 2015, de la diecinueveava edición, por lo que de seguir existiendo la prueba ya deben de ir por la veintitresava edición. La subida está organizada por Aia y Zarautz Kirol Elkartea, aunque no sé si ellos sabrán del duelo entre Etxenagusía y De Nys.

Cartel de la XIX carrera Zarautz-Aia

 Por cierto que todo esto de los desafíos me ha llevado a acordarme de Jesús Gómez Maeso y Mariano Gómez del Real, compañeros míos en el club Joma Sport de Toledo, los cuales me hablaban de aquellos eventos que se celebraban en algunas plazas de toros de pueblos y ciudades, en los que la gente hacía apuestas por ver qué corredor se alzaba con la victoria y quién pasaba primero cada equis vueltas. Se referían a ellas como pollaradas, pues en otros tiempos eran pollos los premios que se daban. Ellos se dedicaban a correrlas en verano, y me animaban a acompañarlos, pues, según decían, se ganaba un buen dinero. Pero yo prefería recorrer Oriente Medio, Marruecos, India, Nepal o cualquier otro remoto lugar antes que probar a dar vueltas a una plaza. Lo necesitaba tanto mi espíritu nómada como mi cuerpo y mi cerebro, saturados, al final de la temporada, de tanto entrenamiento.

Vencedores de la carrera de pollos de Bujaraloz (Zaragoza)
Fotografía: juegostradicionalesaragoneses.com

 Ayer telefoneé a Paco Caballero para preguntarle si recordaba algo al respecto —pues con esa memoria de pez que tengo no consigo recordar en qué localidades corrían mis compañeros—, y me dijo que no estaba muy puesto en el tema pero que el año pasado fue al 75 aniversario del Cross Memorial Juan Muguerza de Elgoibar (atleta que fue doce veces campeón de España en distintas pruebas y que murió en la Guerra Civil, víctima del bombardeo de Munguía (Vizcaya)), y se encontró allí, entre otros atletas, al gran Mariano Haro, y que éste le contó que cuando era joven lo invitaban a ir a correr a ciertos sitios donde la gente apostaba dinero. Sobre todo en el País Vasco y en Castilla y León.

Juan Muguerza (Elgoibar, 6 de mayo de 1900—Munguía, 5 de mayo de 1937)
Fotografía: Página de la organización del Cross Muguerza de Elgoibar

Mariano Haro alzándose con el triunfo en Elgoibar
Ganó cinco veces en los años 70
Fotografía: El Correo

 "Daban vueltas en plazas de toros o recintos cerrados —me decía Paco al otro lado del teléfono—, y la gente apostaba por todo: por el final de la carrera en sí, por cada pasada por meta, por los últimos metros de la vuelta equis, etc. Y ellos recibían una parte de dinero ya convenida por correr y otra que iba en función de las ganancias que habían provocado esas apuestas."

Mariano Haro encabezando el grupo en una carrera pedestre
Plaza de toros de Calanda, provincia de Teruel (1969)
Fotografía: Archivo Luis Lahoz

José Molins, Mariano Haro, Panivino, Faro y Luis Lahoz
Plaza de toros de Calanda, provincia de Teruel (1969)
Fotografía: Archivo Luis Lahoz

 En internet he encontrado algunas fotografías de ese tipo de carreras en Aragón, y algún blog o página web donde recogen las historias de estas carreras en la comunidad; por cierto, que algunas han vuelto a la vida en las fiestas patronales de algunos pueblos. Os anoto aquí los enlaces para los que estéis interesados en el tema.

Corrida pedestre de Lanaja, provincia de Huesca (Aragón), años 20 o 30 del siglo XX
Fotografía: Archivo Lourdes Carnicer Ferrer

Blog Aragón: Deporte y tradición, dedicado a los deportes y juegos tradicionales de Aragón.

http://aragondeporteytradicion.blogspot.com/2019/05/las-carreras-de-pollos-primera-parte.html

http://aragondeporteytradicion.blogspot.com/2019/07/las-carreras-de-pollos-segunda-parte.html

Salida de una carrera pedestre en la plaza ochavada de Chodes, Zaragoza
Fotografía: juegostradicionalesaragoneses.com

Carrera pedestre en la plaza ochavada de Chodes, Zaragoza
Fotografía: juegostradicionalesaragoneses.com

Llegada a meta o disputa de una prima en la carrera pedestre de Chodes
Fotografía: juegostradicionalesaragoneses.com

Història esportiva de Tomàs Barris:

http://www.barris.org/index.php/en/news-in-spanish/133-las-tradicionales-carreras-de-pollos-en-aragon

Carrera de los pollos en la ciudad de Calatayud, Zaragoza
Foto: El pedestrismo en Aragón, DGA, Zaragoza, 1987 (García-Adell)

Juegos tradicionales aragoneses:

http://www.juegostradicionalesaragoneses.com/juegos/carrera_pedestre.htm

Salida de una prueba en la plaza de toros de Calanda, provincia de Teruel
Foto: El pedestrismo en Aragón, DGA, Zaragoza, 1987 (García-Adell)

Blog Aragón Atletismo-Pedestrismo:

http://www.juegostradicionalesaragoneses.com/juegos/carrera_pedestre.htm

http://aragonia-pedestrismo.blogspot.com/2018/09/las-carreras-pedestres-de-lanaja-del.html

Carrera pedestre en la plaza de toros de Ricla, Zaragoza (1991)
Fotografía: Archivo Celedonio García

Bejarano y García disputando una prima en la plaza de toros de Ricla (1991)
Fotografía: Archivo Celedonio García

 También he encontrado un artículo muy interesante sobre las antiguas carreras vascas. El texto, de Rafael Aguirre Franco, aparece en el Fondo Bernardo Estornés Lasa, y recoge la interesantísima historia de estos desafíos, incluso con fechas y nombres, primero de los pastores que se retaban por los montes y luego de andarines, atletas "amateurs" y profesionales, y de cómo empezaron los organizadores a llevar las pruebas a recintos cerrados (ruedos, plazas públicas y frontones, a los que luego se sumarían estadios, velódromos e hipódromos) cuando la carrera se convirtió más en espectáculo que en desafío. Y para mi sorpresa, se hace mención al duelo entre Etxenagusía y De Nys.
"Cuando los desafíos trascienden públicamente, cada pueblo pone un poco de su orgullo en el korrikalari. Se tiende a evitar entonces que la suerte pueda influir en el resultado, buscándose trayectos fijos. Esto permite confrontaciones, no sólo con el oponente de turno, sino también con todos los que antes le precedieron en el mismo itinerario, pues las marcas anteriores quedaron recogidas. Surge entonces la ilusión de batir los récords, nuevo aliciente en las apuestas. Se buscan, pues, recorridos y distancias tradicionales. Quizás el más conocido sea el trayecto Zarauz-Aya, escenario de muchísimas apuestas, que culminaron en aquel trágico 21 de mayo de 1922. El desafío era entre el belga De Nys y Etxenagusía. Salió el vasco, con ventaja, a las 11,30 de la mañana, bajo un sol implacable. El belga lo hizo a las 11 horas 33 minutos y 45 segundos. De Nys tardó en recorrer los 13 km. que separan ambas poblaciones en 54 minutos y 5 segundos. Etxenagusía cayó asfixiado en la cuneta, muriendo a las 8 y media de la mañana del día 23".
Rafael Aguirre Franco
Auñamendi Eusko Entziklopedia
Fundación Bernardo Estornés Lasa

Carrera entre Bautista Oreja, de Errazquin, y Trifón, de Areso, en el recorrido de 29 kilómetros Tolosa-Lecumberri, en mayo de 1914. Ganó Oreja en 1 h. 57' 16". 1: J. Elósegui (alcalde de Tolosa); 2: Oreja; 3: Trifón. Fotografía: Fondo de la Fundación Bernardo Estornés Lasa.

http://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/es/carrera/ar-29461-11377/

 Y como hoy me he topado en un periódico atrasado (Sur, 23.10.19) con la noticia del fallecimiento, a los 81 años de edad, del cartameño Francisco Contreras Padilla, conocido popularmente como Súper Paco, le voy a dedicar esta entrada, pues él, con su peculiar forma de correr (sombrero de esparto, camisa de vestir, pantalones largos de trabajo, botas de campo y bastón de madera) estaba más próximo a aquellos primigenios andarines de trochas y senderos que a los corredores actuales.

Francisco Contreras Padilla a su paso por Setenil en los 101 kilómetros de Ronda

 Aquí os dejo un Corto Documental, realizado por Más Positivo Producciones y dirigido por Martín Corradi, un Docudrama de Terra Films y una entrevista en el Canal Sur. Viéndolos podréis saber porqué ha dejado huella en tanta gente.

 



 Descanse en paz, y mi sentido pésame a la familia.