domingo, 9 de marzo de 2014

RAZONES DE PESO

Borja Vivas

En esto del atletismo, tan difícil es llegar como mantenerse, de ahí el mérito que tiene esa sexta medalla de oro (undécima si sumamos los nacionales al aire libre) que consiguió el lanzador malagueño Borja Vivas en los pasados campeonatos de España de pista cubierta celebrados en Sabadell. Si encima anotamos que logró su mejor marca personal bajo techo, con 20.51, podemos afirmar que no sólo se mantiene sino que sigue avanzando, y que quizás al aire libre podamos verlo pronto lanzando el peso más allá de los 20.63 que constituyen su tope hoy día. De momento, acabamos de verlo resarcirse de sus internacionalidades anteriores consiguiendo un meritorio noveno puesto en el Mundial de Pista Cubierta que se está celebrando este fin de semana en Sopot, Polonia. El viernes lanzó los 7,260 kilos (16 libras) que pesa la bola a 20.19 metros y durante gran parte de la jornada fue octavo, hasta que el último lanzamiento del ruso Lesnoi le arrebató la plaza dejándolo a tan sólo siete centímetros del pase a la final. Fue un desenlace demasiado cruel que le dejó con la miel en los labios, pero que aún así ha supuesto un paso adelante en su carrera, pues por fin ha brillado en él ese espíritu combativo que hay que tener en este tipo de campeonatos. Sacudida la presión, el miedo al fracaso, tenemos razones de peso para esperar todavía mucho de Borja.


Borja Vivas, oro en los Juegos del Mediterráneo con 19.99
 Mersin, Turquía 2013

 Quizás debido a ese aspecto tan antagónico que tienen los lanzadores y los fondistas, al modo de Goliath y Crispín en El Capitán Trueno, o Taurus y Fideo de Mileto en El Jabato, siempre ha existido entre nosotros una corriente de simpatía muy peculiar. Yo además tuve la ocasión de compartir un viaje en coche con Borja desde Sevilla a Málaga. Fue en febrero de 2011. Sus 2,03 metros de altura lo hacían ir como encogido al volante de su modesto utilitario, mientras que yo, de copiloto, trataba de darle palique para que no le diese sueño la carretera y el esfuerzo de la mañana. Él había lanzado en el meeting Ciudad de Sevilla de pista cubierta y aunque había ganado creo que no iba muy contento con la marca que había realizado. Yo, sin embargo, iba feliz, pues la noche anterior había ganado los 3.000 metros en el Campeonato de Andalucía de pista cubierta de veteranos M-40 con una marca de 9'09"52. A pocos días de pasar a la categoría M-45 había llegado incluso por delante de los M-35, lo que me hacía sentir despreocupado y dicharachero. Además, aquella misma noche, en el 3.000 del meeting que se celebraba en paralelo a nuestro andaluz, habíamos visto a Dani Pérez, también compañero por entonces del club Atletismo Málaga, de bajar de los ocho minutos (7'58"12) lo que suponía toda una proeza.

 Aquel viaje a solas con Borja, aquel hablar de lo divino y lo humano durante cerca de dos horas, hace que ahora viva más intensamente sus campeonatos y le dedique esta entrada.

 Mi enhorabuena por como han rodado las cosas hasta este momento y mucha fuerza, técnica y concentración para lo que resta de temporada. Y saludos a ese pedazo de entrenador que tiene: Tomás Fernández, quien también fue lanzador.

Borja Vivas con su entrenador Tomás Fernández

3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. ¡¡¡Toni!!! Que no pillo lo del amén.

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    2. Es una forma de decir que totalmente de acuerdo con lo dicho. Borja es un atleta con una trayectoria progresiva como pocas. Va ganando centímetros cada temporada. Lástima ese último lanzador que nos va a impedir presumir de tener un amigo finalista de un mundial.

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