domingo, 23 de enero de 2022

SER WILLIAMS, ¡EL AÚPA ATHLETIC DE IGOR!

La reciente disputa de la final de la Supercopa, en el extraño escenario de Riad, y el pase del Athletic a los cuartos de final de la Copa del Rey, me ha recordado que tenía pendiente de subir al blog una entrada, plena de emotividad, en la que el Athletic de Bilbao tiene todo el protagonismo. Así que, sin más demora, he añadido las fotografías y los vídeos y le he dado a Publicar.

Igor Porset, autor de Ser Williams
Fotografía: Fundación Athletic Club

Luis Aragonés decía que el fútbol tiene música, y Del Bosque también disfrutaba con el sonido del toque de balón en los rondos, ese Tac-ta-tac que se produce al tocar el balón con el interior. Pues bien, en Bilbao, además de música, el fútbol tiene literatura.

 El año pasado, la Fundación Athletic club celebró la XI edición de Letras y Fútbol, un festival que establece puentes entre el fútbol y la literatura, con charlas de escritores y deportistas en torno al tema y la edición de un libro que contribuya al fomento de la lectura. Si Óscar de Marcos causó sensación en 2019 con Togo, en 2020 le tocó el reto a Igor Porset Domingo con Ser Williams.

Madre –¿Y ya sabes de qué va a ir el libro?
Yo –Más o menos.
Madre –Ah, Sí, pues dime.
Yo –A ver, Ama, ¿qué nos dijeron?
Madre –No me acuerdo. Dímelo tú.
Yo –Pues lo repitieron muchas veces.
Madre –¿El qué?
Yo –Me dijeron: "Igor, tú no te preocupes. Lo importante es que tengas una historia que contar. Eso es lo único que hace falta." Eso es lo que me dijeron.
Madre –¿Y?
Yo –Pues que yo tengo muchas historias que contar, Ama.

 Igor Porset también es jugador del Athletic, aunque en su caso juega en la Liga Genuine, una iniciativa integradora que se inició en la temporada 2017/2018, con el objetivo de normalizar la práctica del fútbol en las personas con discapacidad intelectual, y en la que participan equipos Genuine de todos los clubes de la liga española. Una competición pionera en el mundo de la que debemos estar muy orgullosos, pues da voz y ayuda a visibilizar la realidad de las personas con discapacidad intelectual, a la vez que les permite reivindicar su valía.

 Los que escribimos sabemos del esfuerzo que supone terminar una novela, por eso valoro el tiempo que Igor le ha dedicado a la suya, así como el punto de vista, la estructura y el tono que le ha dado. Su voz, tierna e inocente, nos conmueve desde las primeras páginas de Ser Williams, cuando nos habla (a nosotros y a su madre) desde sus 12 años.

Igor y su madre
Fotografía: Ser Williams

Yo –Ama, ¿Cómo era lo que me pasa?
Madre –¿Síndrome de Williams?
Yo –No, ya sé que se llama Síndrome de Williams. ¿Pero, qué es lo que tengo?
Madre –Discapacidad intelectual.
Yo –No, discapacidad intelectual no. Lo otro. Lo que tú sueles contar.
Madre –¿Trastorno genético en el cromosoma número 7?
Yo –¡Eso!
Madre –¿Y por qué quieres saberlo?
Yo –Para aprendérmelo de memoria.
Madre –¿Y por qué quieres aprendértelo de memoria?
Yo –Para responder cuando me preguntan.
Madre –Ajá. Así que cuando te pregunten qué es el síndrome de Williams, tú vas a responder que es un trastorno genético en el cromosoma número 7.
Yo –Sí. Exactamente.
Madre –¿Y qué vas a responder cuando te pregunten qué es un trastorno genético en el cromosoma número 7?

 Los capítulos de Ser Williams van dando saltos en el tiempo, por lo que hay muchos Igors en este libro: el Igor de los 12 años, el de los 13, 14, 15, 18, 20, 25, 26 y 27 años. Todos barajados, como cuando agarramos un mazo de cartas.

Mikel –Mi madre me ha dicho que eres especial.

Yo –A mí mi madre me ha dicho que todos somos especiales.

(El Igor de los 12 años)

 ***

Con la camiseta que le regaló Aduriz
cuando cumplió los 15 años  (2007)
Fotografía: Ser Williams

***

Es el 6 de abril de 2008.

El Athletic de Caparrós juega contra el Espanyol de Txingurri.

Mi Ama y yo vamos juntos a San Mamés.

En casa tenemos dos carnets y nos turnamos para ver al Athletic.

A mí me gusta ir con mi madre. Así podemos quedarnos después de los partidos.

Esperamos a la salida de los jugadores.

Suele haber bastante gente esperando. Estamos todos atentos.

¡Ahí viene Yeste!

¡Ahí viene Javi Martínez!

Es guay. Me gusta esa tensión.

A veces los futbolistas pasan muy rápido. Sobre todo, si hemos perdido el partido.

Pero a mi Ama no le da vergüenza llamar a los jugadores.

Levanta la mano. Grita. Insiste.

Mi Ama es capaz de hacer cualquier cosa por mí.

Al final, se paran y me saco fotos con unos cuantos. Además, casi todos nos conocen de cuando estuvimos en Lezama.

(El Igor de los 15 años)

 ***

Mi nivel académico es de cuarto de primaria más o menos.

Eso dice mi madre.

Hubo un momento en que no entendía a los profesores.

No recuerdo cuántos años tenía.

Mis compañeros se quedaban en clase y yo me iba a un aula especial.

En el insti iba a un aula de Aprendizaje de Tareas.

No era buen estudiante. Pero siempre me han tratado bien, la verdad.

Me gustaba pintar. Y sigo pintando.

Pinto personajes de Marvel.

Mi superhéroe favorito es Ironman.

Tengo algunos cuadros bastante chulos.

Están llenos de color. Colores diferentes. Colores vivos.

Una vez pinté un elefante. Era de todos los colores, menos gris.

Y ahora estoy escribiendo un libro. Este libro.

Me hace ilusión contar mi vida.

Al principio, tenía dudas, porque yo solo no puedo escribir un libro. Necesito ayuda. Pero estoy muy contento.

Para tener un nivel académico de cuarto de primaria creo que escribo bastante bien.

Aunque soy mejor futbolista que escritor.

Eso también está claro.

(El Igor de los 27 años)

 ***

Madre –Igor, ¿has hecho los deberes?

Yo –No.

Madre –Pues tienes que hacer los deberes.

Yo –Estoy estudiando.

Madre –¿Cómo que estás estudiando?

Yo. –Estoy con el Espanyol.

Madre –A ver, Igor, no me engañes. ¿Qué estás haciendo? ¡Pero si eso es el álbum de LaLiga!

Yo –No es el álbum de LaLiga, Ama. Es la guía Marca de esta temporada.

Madre –¿Y tienes que estudiar eso ahora?

Yo –Tenemos que fichar a Gorka. Es que es muy bueno.

Madre –¿Pero de qué Gorka me hablas?

Yo –Gorka Iraizoz, Ama. Es buenísimo. Seguro que quiere volver.

Madre –Igor, te sabes los nombres de todos los jugadores de Primera División, ¿sí o no?

Yo –Sí. Más o menos.

Madre –¿Y la tabla de multiplicar qué?

Yo –Es que es muy difícil.

Madre –Eso es trampa, Igor. Si puedes aprenderte nombres, puedes aprenderte números, ¿verdad?

Yo –Sí. Tamudo lleva el 23. Es el mejor. Pero no podemos ficharle. 

(El Igor de los 14 años)

 Igor es increíble. Capaz de arrancarte una carcajada –sublime el momento Del Nido en la semifinal de Copa del 2009 contra el Sevilla–, como de ponerte un nudo en la garganta.

***
Me cuesta contar esto. Por que todavía me duele.
Murió. Elena murió.
No sé de qué, pero murió.
Y era una de mis mejores amigas.
Tenía Síndrome de Williams también.
Nos llevábamos muy bien. Muy bien.
Nos entendíamos perfectamente.
Estábamos genial juntos.
Nos queríamos mucho.
Una amiga de verdad.
Nos veíamos una vez al año, en el campamento de verano.
Pero ese último año no pudo venir.
Yo pregunté por ella y me dijeron que estaba enferma.
También le pregunté a mi Ama.
Madre –Elena está muy malita la pobre.
Preguntaba todos los días por mi amiga.
Pero las respuestas eran siempre parecidas.
Hasta que un día mi Ama me dijo:
Madre –Igor, Elena se ha muerto.
Yo –No me digas eso.
Es un dolor muy grande.
No lo llevo bien.
Está siempre dentro de mí.
Cuando miro una foto de Elena, sale el dolor y me deja hecho polvo.
No entiendo que se haya muerto. No lo puedo entender.
Nadie me lo ha explicado nunca.
Me dicen que es ley de vida y esas cosas.
Pero yo no entiendo qué es la ley de vida.
Yo la ley de vida la veo mal.
Está mal hecha.
No sabes ni en qué momento te puedes morir.
Vaya mierda de ley.

 Por eso he querido compartir Ser Williams con los alumnos de mi instituto, y no he parado hasta conseguir llevar un buen montón de ejemplares a la biblioteca del centro. También de Togo, la novela que tenía perdida de Óscar de Marcos que, por cierto, sale en la página 143 de la de Igor, en el 1-3 contra el Manchester United en Inglaterra, lo que entronca de alguna manera los dos libros. En ellos centré el curso pasado el trabajo de la tercera evaluación de los alumnos de 2º y 3º de la ESO: Ser Williams para los de 2º y Togo para los de 3º, con la realización de un cuestionario* al final. Y luego, algunos alumnos de 2º, 3º y 4º realizaron un vídeo de promoción para subir nota. Vídeos como estos que seguro os incitan a la lectura (podéis descargaros los libros en la página de la Fundación: www.athleticclubfundazioa.eus).


Nerea Cebrero, María Vallejo y Lidia Cebrero, autoras de las reseñas de Ser Williams
Biblioteca del I.E.S. Isaac Albéniz de Málaga, 24 de junio de 2021
Fotografía: Pedro Delgado 
Siempre me ha gustado tirar las faltas. También cuando iba a la escuela. Puedo chutar bastante fuerte. Más fuerte de lo que la gente cree.
Alguno ya se ha llevado un buen balonazo.
Mikel, por ejemplo.
Se pensaba que porque tengo Síndrome de Williams le pegaba mal a la pelota.
Yo –Apártate por tu bien.
Mikel –Tú chuta, cromosoma. A ver si llegas…
Pues toma barrenazo.
Resultado: las gafas de Mikel rotas y la ceja partida.
Mikel –Tío, estoy sangrando… ¡Me voy a morir!
Yo –Todos nos vamos a morir, Mikel.

 No quisiera terminar esta reseña sin mostraros al equipo Genuine de mi ciudad, el Málaga CF, en un vídeo que muestra el buen rollito que tienen. 

 Y esto es todo. Como se despedirían los del Athletic: ¡Aupa Athletic Tratará!

Nota: Esta entrada está dedicada a Nerea Cebrero, María Vallejo y Lidia Cebrero, alumnas ejemplares a las que echo mucho de menos; a Mario Villén y Lucía Jaime, autores del Teaser; y a todos los alumnos que leyeron y se prendaron del texto de Igor. Gracias a él y a Josemari Isasi por echarle horas al libro.

Alumnos de 2º de ESO en la biblioteca del I.E.S. Isaac Albéniz de Málaga
Ser Williams, de Igor Porset Domingo (Fundación Athletic Club)
Fotografía: Pedro Delgado

Alumnos de 2º de ESO en las pistas polideportivas del instituto Isaac Albéniz
Ser Wiliams, de Igor Porset Domingo (Fundación Athletic Club)
Fotografía: Pedro Delgado

*Cuestionario sobre la lectura de Ser Williams de Igor Porset Domingo (por si algún profesor de Ed. Física o de Lengua y Literatura se anima este curso):

1. ¿Qué es el Síndrome de Williams?

2. ¿Qué es LaLiga Genuine y qué objetivos persigue?

3. ¿En qué consiste el premio Fair Play de LaLiga Genuine?

4. ¿Por qué jugador que no es del Athletic siente Igor pasión?

5. ¿Qué le regalaron a Igor por su 15 cumpleaños?

6. ¿Cuál es la filosofía del Athletic Club de Bilbao?

7. ¿Qué te ha parecido la lectura y qué enseñanza has extraído de ella?

8. Señala alguna frase del libro que te haya llamado la atención.

Cuestionario de Togo de Óscar de Marcos:

1. Localiza Togo y su capital en un mapa de África.

2. ¿Con qué centro educativo va a colaborar Óscar de Marcos y cómo se llama el religioso que lo dirige?

3. ¿Qué enfermedad pasó Óscar de Marcos durante sus años de estudiante en el instituto?

4. ¿En qué equipo comenzó a jugar Óscar de Marcos?

5. ¿Qué es necesario para que un equipo funcione?

6. Anota alguna frase que te haya llamado la atención.

7. ¿Qué enseñanza has sacado del libro?

Pueden leer mi reseña de Togo, de Óscar de Marcos, clicando este enlace.

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2020/07/futbol-y-literatura-iii.html


lunes, 17 de enero de 2022

SOBRE LOS SOPRANO Y LA MEDIA MARATÓN CIUDAD DE MÁLAGA


XXX Media Maratón Ciudad de Málaga
Fotografía: Migue Fernández (diario Sur)

El día que vi esta fotografía, en el diario Sur, me vino a la cabeza esta frase de Los Soprano:

«Hay personas tan descolgadas en una carrera que se creen que van primeros».
Corrado Soprano, Jr.

 La imagen pertenece a la pasada 30 Media Maratón Ciudad de Málaga, y el autor, Migue Fernández, la tomó en la esquina de la plaza de la Merced que da a calle Álamos. Imagino que el dorsal 4050 levantó los brazos al ver a algún familiar o amigo animando desde la acera, pero por su expresión, creo que Juan Gómez Panduro (dorsal 1457), el veteranísimo atleta del Club Nerja de Atletismo, debió de pensar lo mismo que yo al mirar a su derecha.

La serie de culto Los Soprano

Nota: Esta entrada está dedicada a mi amigo Juan Gómez Panduro y a ese dorsal 4050, al que espero que no le caiga mal que haya escogido su acción para traer a cuenta a Los Soprano. Llegar a meta siempre es un logro.

lunes, 10 de enero de 2022

PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO: ESCRIBIR UN LIBRO, CORRER UNA MARATÓN


Propósitos de año nuevo: escribir un libro, correr una maratón
Fotografía (Maratón Málaga 2021): Pedro Delgado

En estas fechas, son muchos los que hacen una lista con los propósitos de año nuevo; listas en las que siempre se añade lo que tenemos pendiente del año anterior.

 Dos cosas por hacer que figuran en la mayoría de ellas son: escribir un libro y correr una maratón.

 Durante el confinamiento, todo el mundo se reenganchó a la lectura. Y muchos fueron más allá y quisieron escribir su propio libro. Igualmente, la gente intentó mantenerse en forma haciendo ejercicio en sus hogares –incluso hubo quienes corrieron una maratón en el balcón de sus casas–, y cuando levantaron el encierro salieron en masa e inundaron de zapatillas deportivas las aceras y los parques. Luego volvieron las competiciones, y se apresuraron a inscribirse en ellas. El reto mayúsculo, palabras mayores, sigue siendo correr una maratón: 42.195 metros. Para llevarlo a cabo, hacen falta tres cosas: fuerza de voluntad, constancia y un cuidadoso plan de entrenamiento.

Mark Korir (1º clasificado en meta), Amlosom Tesfaldet (3º) y Kirwa Yego (2º) 
Al paso por el kilómetro 36 (Maratón de Málaga 2021)
Fotografía: Pedro Delgado

 Aunque a simple vista no lo parezca, correr una maratón tiene mucho en común con escribir un libro. Para ello también se necesita fuerza de voluntad, constancia y un cuidadoso plan de lecturas. Aún a riesgo de que no haya papel para tanto libro, les voy a recomendar encarecidamente un manual que les resultará imprescindible en la tarea, y que de paso les llevará a revisitar o descubrir –en función de su edad– un montón de películas.

 Se titula El viaje del escritor, y lleva por subtítulo Las estructuras míticas para escritores, guionistas, dramaturgos y novelistas. Yo tengo una edición del año 2002 del sello Ma non troppo, de Redbook Ediciones, pero en 2020 el mismo sello publicó una edición ampliada y revisada de este autentico clásico, obra de referencia entre escritores, cineastas y guionistas.

Ma non troppo-Redbook Ediciones

 Sin duda, este es un libro que no debería de faltar en todos esos talleres de escritura que desde hace unos años proliferan por el país. Sus páginas, traducidas por Jorge Conde, van «más allá del mero consejo para el diseño y la resolución de historias y hablan a cada escritor de una manera diferente». 

Partiendo del concepto antropológico y mitológico del «viaje del héroe» (desarrollado por Joseph Campbell y Carl G. Jung), Christopher Vogler relaciona las estructuras míticas y sus mecanismos con el arte de escribir obras narrativas y guiones de probada eficacia. Con El viaje del escritor, los escritores descubrirán, paso a paso, las líneas maestras necesarias para la estructuración de los argumentos y la concepción de personajes realistas. Además, los innovadores ejercicios que propone el autor facilitan la detección y superación de escollos, lo que redunda en una mejora de la calidad de los trabajos. Estas ideas, que han sido testadas y refinadas por guionistas profesionales, dramaturgos, novelistas, etc., robustecerán el poder del narrador de historias dotándolo con la sabiduría ancestral propia de los mitos.
De la contraportada de El viaje del escritor

 A su vez, Christopher Vogler llegó a la conclusión de que el viaje del héroe es también un manual de instrucciones para vivir, una guía de aquellas lecciones de la vida que han sido meticulosamente construidas y reflejadas en las narraciones de todos los tiempos.

[Otros] podrían haber extraído un mayor y más hondo conocimiento de su propia vida, hallando un modo o una metáfora de gran utilidad para la percepción de las cosas que los rodean, incluso un lenguaje o principio que define sus problemas y sugiere cómo resolverlos. Así las cosas, reconocen sus problemas en el calvario que padecen los héroes míticos y literarios, y obtienen sosiego de las historias, que les proporcionan abundantes estrategias (cuya eficacia demuestra el paso del tiempo) para la supervivencia, la consecución del éxito y la dicha.
Del prefacio de El viaje del escritor

 Y es que los mitos «no son teorías abstractas ni las peculiares creencias de los pueblos de la Antigüedad, sino modelos prácticos de los que podemos extraer valiosas enseñanzas para vivir», algo que siempre viene bien, y más cuando estamos al inicio de un nuevo año: un 2022 que a muchos nos parece una aventura.

 En una ocasión, durante una conferencia en Roma, Christopher Vogler halló una manera alternativa para representar gráficamente el viaje del héroe, no ya como un círculo, sino como un diamante. «Estaba explicando que cada acto conducía al héroe por un cierto camino con un objetivo o destino específico, y que cada clímax de cada uno de los actos variaba la dirección del periplo del héroe como resultado de asignarle un nuevo objetivo».

La metáfora del béisbol
El viaje del escritor, de Christopher Vogler
(Ma non troppo-Redbook Ediciones)
Fotografía: Pedro Delgado

Me divirtió constatar que acababa de trazar un diamante semejante a una cancha de béisbol. A menudo he tenido la sensación de que el trazado de los campos de juego genera diagramas que se solapan con el diseño de la estructura del viaje del héroe. El béisbol bien puede leerse como otra metáfora de la vida, siendo los jugadores que corren entre las bases como los héroes que cubren diversas etapas en pos del objetivo final del viaje.

Fotografía: Flickr

 En el apéndice extendido del libro, Christopher Vogler nos enseña a transformar los deseos en fuerza de voluntad, algo que necesitaremos, tanto si queremos escribir un libro como correr una maratón.

La voluntad es un deseo concentrado y continuamente enfocado en la intención firme de alcanzar un objetivo paso a paso. Los deseos pueden desvanecerse ante la primera dificultad, pero la voluntad perdura.
 La fuerza de voluntad es una suerte de filtro que distingue a aquellos individuos que meramente desean de aquéllos que asumen la responsabilidad de perfeccionarse y pagar el precio que exige el cambio verdadero. (…) Como formular un deseo, realizar un acto de la voluntad pone en funcionamiento toda una serie de fuerzas. Un acto surgido de la voluntad emite señales al mundo. He aquí una persona que quiere algo y está dispuesta a pagar un alto precio para conseguirlo.

 ¿Quién sabe? Quizás sea usted este año uno de esos corredores que cruzan la línea de meta, extenuados pero felices, tras recorrer esos 42.195 metros, o uno de esos escritores que firman ejemplares en las ferias del libro o ven su obra en la mesa de novedades de la librería de su ciudad. Pero por favor, pulan sus escritos y denles tiempo. No se conviertan en uno de esos vanity writer que tanto abundan en lo que los anglohablantes llaman vanity printing* (el término me lo descubrió Manuel Rodríguez Rivero en Babelia). No quieran sacar sus libros de cualquier manera. Al igual que no debemos correr más de una o dos maratones en la temporada, tampoco deberíamos querer escribir un libro todos los años.

*https://elpais.com/babelia/2021-12-11/entre-vanidades-y-evangelios.html

 Y para terminar esta reseña, e iniciar sus propósitos de año nuevo, les recuerdo una frase de la película Dune, la de David Lynch, basada en la novela de Frank Herbert: «Un principio es un tiempo muy delicado».

Nota: Por si les interesa la comparativa entre escribir un libro y correr una maratón, les dejo aquí el enlace a otra entrada del blog:

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2019/05/la-otra-maraton.html