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viernes, 18 de abril de 2025

TIEMPO DE PENITENCIA (II)


Cuatro años de sanción para Ouassim Oumaiz por doping
Fotografía: Pedro Delgado

Los hay que piensan que las mentiras tienen piernas largas y bonitas, que mentir no importa, que las mentiras funcionan como si fueran verdad, pero eso no es así. Ya nos lo decían nuestras madres: que las mentiras tienen las patas muy cortas, que se coge antes a un mentiroso que a un cojo.

 También nos decía Erika Mann, la hija del autor de La montaña mágica, que había que arrojar la verdad a la cara de la mentiras. Los atletas dopados, cuando son cazados, siempre niegan la mayor y alegan ser inocentes, víctimas de vaya usted a saber qué complot. «No les creáis», dicen. «Eso es una equivocación. No conozco esa sustancia. Nunca haría nada de eso. Han manchado mi nombre. Demostraré mi inocencia...», aseveran muy serios esperando que el tiempo pase y todos se olviden del asunto. Pero la verdad se basta perfectamente por sí sola, y estos días, un año después de que se descubriera el asunto y escucháramos los alegatos de inocencia, la Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte (CELAD) y los periódicos arrojan la realidad: que Ouassim Oumaiz se dopó.

 Y lo hizo con GHRP-2, un péptido o proteína que estimula la producción de la hormona del crecimiento. La sanción definitiva: 4 años de inhabilitación y suspensión, así como una multa de 3.001 euros y pérdida de puntos. 

Ya es oficial. Justo un año después de darse a conocer la noticia, se ha confirmado la sanción por parte de la Agencia Estatal Antidopaje (CELAD), ratificando así un negro episodio para la historia del atletismo malagueño. Tal y como refleja la página de la CELAD ayer el atleta Ouassim Oumaiz, será sancionado definitivamente tras dar positivo en un control antidopaje en enero del pasado 2024.
 ¿Qué comprenderá su sanción? La inhabilitación y suspensión desde el 7 de junio del pasado 2024 hasta el mismo día de 2028, así como una multa de 3.001 euros y pérdida de puntos para el fondista de 26 años. ¿La causa? El haber dado positivo en la sustancia GHRP-2, un péptido liberador de la hormona del crecimiento que, tristemente, ya es conocido a nivel mediático por anteriores casos de dopaje en otros deportistas. En la lista oficial de sustancias y métodos prohibidos se enmarca en el apartado S2.2.4., correspondiente a estos péptidos concretos. [...]
[...] Justo un año después y tras un largo proceso de reclamaciones por parte del atleta, la CELAD ha hecho pública la sanción definitiva, alegando que se ha vulnerado el artículo 20 a) de la L.O.L.D.D., sobre la presencia de una sustancia prohibida, o de sus metabolitos o marcadores, en las muestras biológicas del deportista. [...]
Marina Rivas, diario Sur (14.03.25)

 Como dije hace un año*, cuando saltó su positivo, a Ouamiz le aguarda un largo tiempo de penitencia, pues no hay lugar para los tramposos en el deporte, para los que quieren ganar por encima de todo saltándose el fair play, ese código de conducta, de juego limpio, que debe ser el faro de todos los atletas.

 En el deporte, como en la vida, no vale ganar haciendo trampas o a costa de cualquier precio. Los récords o medallas no tienen ningún valor si se sustentan en la mentira o el engaño. Los atletas que recurren a medicamentos o sustancias que aumentan artificialmente la capacidad de su organismo durante los entrenamientos o las competiciones deportivas no son deportistas. No son honestos. Y como ya escribí entonces*, el atletismo debe de ser un deporte de gente honesta, con todo lo que ello implica.

 *Pueden leer aquel artículo clicando sobre el siguiente enlace:

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2024/03/tiempo-de-penitencia.html

Ouassim Oumaiz da positivo en un control antidopaje
Fotografía: Pedro Delgado

miércoles, 22 de noviembre de 2023

LA DERROTA


La derrota, artículo de Manuel Vicent
EL PAÍS, 19 de noviembre de 2023
Fotografía: Pedro Delgado

A veces, uno se encuentra con un artículo que merece la pena recortar y conservar entre las páginas de algún libro. En este caso, por la referencia que hace el escritor Manuel Vicent a la derrota dentro del mundo deportivo. Un texto que estos días también funciona como metáfora del mar perder de tantos agitadores.

MANUEL VICENT
La derrota

A un jugador de póquer muy avezado que había perdido una cifra exorbitante en una partida, al día siguiente sus compañeros de garito le preguntaron qué tal había dormido esa noche y él contestó que había dormido como un bebé, porque cada cinco minutos se despertaba y lloraba. Añadió que para un jugador que sabe perder las derrotas cicatrizan enseguida. En ese momento estaba sentado de nuevo a la mesa y tenía dos ases en la mano. El mundo se creaba de nuevo y la suerte volvía a rodar. Un monje del monasterio del Nido del Tigre de Bután me dijo un día que ante cualquier fracaso repitiera 100 veces como si fuera una oración: "He sido derrotado, algo he hecho mal, no importa, mañana empezaré de nuevo". Es más elegante aceptar una derrota que celebrar una victoria, hay más estética en el fracaso que en el éxito, tiene más literatura el perdedor que el ganador.

El Nido del Tigre (Bután)
Fotografía: Revista Esquire / Getty Images

 Por mi parte, prefiero a Van Gogh con una sola oreja que con dos y al Picasso de la época azul, muerto de hambre, en calzoncillos que al triunfador con esmoquin y pajarita. En todos los colegios anglosajones el deporte está considerado como una asignatura fundamental porque en la cancha se aprende todas las reglas que luego hay que aplicar a los negocios, a la política y a la moral ciudadana, el juego limpio, el respeto al adversario, pelear hasta la extenuación sin rendirse nunca, valorar el triunfo y aceptar la derrota como una lección. Aunque el tenista rompa la raqueta contra el suelo, por muy bronco que haya sido el partido al final deberá subir a la red para felicitar y abrazar al ganador. Sería expulsado del circuito si no cumpliera estas reglas.

Novak Djokovic en la Final del US Open
Fotografía: Reuters

Pero nadie es más detestable que el jugador que tiene mal perder, que está dispuesto a cometer cualquier trampa, a romper la baraja o a dar una patada al tablero con tal de no admitir la derrota. Es como quien tiene mal vino y encima no sabe beber.

EL PAÍS. Domingo 19 de noviembre de 2023

 

https://elpais.com/opinion/2023-11-19/la-derrota.html