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viernes, 27 de octubre de 2023

¿CORRIERON JUNTOS KIPCHOGE Y MURAKAMI EN OVIEDO?


Kipchoge, Murakami y Meryl Streep en la entrega de los Premios Princesa de Asturias
Teatro Campoamor de Oviedo, 2023. Fotografía: Ballesteros (EFE)

El pasado viernes se entregaron los Premios Princesa de Asturias, y aunque el protagonismo se lo llevó la siempre brillante Meryl Streep, por allí andaban el maratoniano Eliud Kipchoge y el escritor Haruki Murakami. El premio de los Deportes y el premio de las Letras sentados uno al lado del otro, elegantemente vestidos y sin zapatillas deportivas en los pies. El japonés no pronunció ningún discurso, debido a su tremenda timidez y su aversión a los actos públicos, mientras que el keniata leyó desde el estrado un texto en el que celebró los valores del deporte.

 Todos sabemos que Murakami es un corredor aficionado al que le gusta medirse con la distancia de la maratón, una prueba que domina el bicampeón olímpico Kipchoge, el único atleta que ha logrado bajar de las 2 horas en una prueba no homologada por la federación, y al que hace unos días le arrebataron su oficioso récord del mundo (2:01:09, Berlín 2022). Murakami nos contó en su célebre De qué hablo cuando hablo de correr, libro ya reseñado* en este blog, que solía ejercitarse a diario para dejar descansar la cabeza y movilizar el cuerpo como contraposición al pausado acto de escribir. Sin embargo, al japonés, que aprovecha sus viajes para conocer a zancadas las ciudades, no se le ha visto correr en Oviedo. Tampoco se le ha visto entrenar al keniata.

 Pero... ¿y si resulta que sí lo hicieron pero ninguna cámara los captó?, ¿y si corrieron a alguna hora intempestiva de la madrugada?, ¿y si Murakami venció su timidez y le pidió a Kipchoge salir a trotar juntos 30 o 60 minutos?

 Me gusta imaginar la escena: los despertadores de ambos sonando en sus habitaciones a las cuatro y media de la mañana (que es la hora a la que se suele levantar cada día Murakami), el agua fría que corre en el lavabo, la camiseta de atletismo y el chándal de algodón dispuesto sobre la silla en la que se sientan tras vestirse para calzarse las zapatillas deportivas. Murakami que golpea suavemente con los nudillos la puerta de Kipchoge, o viceversa. La puerta que se abre, los dos que se estrechan la mano tras intercambiar una sonrisa y unos «buenos días». El ascensor que les deja en la recepción, silenciosa y apenas iluminada a esa hora. El recepcionista que los mira con cara de asombro y apenas atina a saludarlos, los dos hombres que salen del hotel y echan a trotar por las calles de Oviedo, solitarias a esa hora.

 En su discurso, Kipchoge dijo que correr no era solo un movimiento físico. «Correr es un vehículo que tiene el poder de unirnos». Ese mismo fin de semana pude comprobarlo en la carrera urbana de Málaga (la del Corte Inglés, que gané en los años 1987** y 1989), donde pude saludar a muchos amigos.

Los hermanos Escalera, Agustín Molina, Dani Pérez y Pedro Delgado
Carrera Urbana Ciudad de Málaga (El Corte Inglés) 2023
Fotografía: Lucía Rodríguez

Con mi tío Pepe y mis primas Milagros y Ángela
Carrera Urbana Ciudad de Málaga 2023
Fotografía: Lucía Rodríguez

Juan Gómez Panduro y Pedro Delgado
Carrera Urbana Ciudad de Málaga (El Corte Inglés) 2023
Fotografía: Lucía Rodríguez

*https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2013/11/el-libro-de-murakami.html

**https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2014/10/la-primera-vez.html

lunes, 3 de octubre de 2022

KIPCHOGE, UN RÉCORD NADA INCREÍBLE


El keniata Eliud Kipchoge tras cruzar la meta en la maratón de Berlín 2022
Fotografía: AFP

Hace apenas una semana, el keniata Eliud Kipchoge, doble campeón olímpico, volvió a batir el récord del mundo de maratón, marcando un crono de 2:01:09 en la maratón de Berlín, medio minuto menos que su anterior plusmarca, conseguida también en la capital alemana.

 "Increíble" ha sido el comentario más oído estos días a cuenta de esa marca, y muchos más increíbles volverán a oírse el día que vuelva a bajar de las dos horas sin ayudas externas (en 2019 hizo 1:59:41 en Viena, pero el récord no fue homologado por haber sido ayudado por cuarenta y una liebres que se dieron relevos en grupos de siete cada cinco kilómetros). Sin embargo, no deberíamos emplear el adjetivo "increíble" cuando nos estamos refiriendo a un hecho totalmente creíble, pues si había alguien preparado para batir esa marca era el propio Kipchoge. Sí habría resultado increíble si el ganador hubiese sido uno de mis vecinos o yo mismo. Por eso, será mejor adjetivar al atleta, su triunfo o su récord con formidable, magnífico, espléndido, sobresaliente, inolvidable, impresionante, enorme o fabuloso.

 Y toda esta retahíla viene porque el mismo día en que Kipchoge atravesaba la línea de meta, el escritor y periodista Álex Grijelmo publicaba en su sección La punta de la lengua,  del diario EL PAÍS, un artículo sobre el uso inadecuado de la palabra "increíble" al comentar ante el micrófono un gran éxito deportivo. Y supongo que en su libro Con la lengua fuera –Críticas, chascarrillos y explicaciones sobre el léxico deportivo– (Editorial Taurus, 2021) se podrán encontrar ejemplos parecidos a éste.

Con la lengua fuera (Ed. Taurus, 2021)

LA PUNTA DE LA LENGUA

Increíble pobreza de adjetivos

Por Álex Grijelmo

Increíble, increíble. Veinte veces increíble. Treinta veces increíble. Es el adjetivo preferido por deportistas, cantantes, cocineros, artistas en general y demás familia cuando han de comentar ante el micrófono un gran éxito. Primero dicen "la verdad que" y luego repiten "increíble" en cada frase. Increíble el apoyo del público, increíble el ambiente en el concierto, increíble haber recibido ese premio. Increíble que digan tantas veces increíble.
 Muchas celebridades que hablan en público no tienen por oficio la palabra y, por tanto, no cabe exigirles nada. Otro asunto es lo que cada uno se exija a sí mismo y la imagen que desee mostrar ante los demás. Las palabras son baratas, y su pobreza o su variedad retratan las carencias del pensamiento o sus caudales. Vale la pena prestarles atención.
 El adjetivo "increíble" ofrece expresividad, no digo que no. Es rotundo, señala algo que sobreviene, que llega de súbito. Por ejemplo, la repentina herencia de un tío en América; algo increíble, ya se ve. O sea: "lo que no puede creerse", como dice el Diccionario en la primera acepción; o lo que es "muy difícil de creer", según matiza la segunda, abriendo la mano.
 Pero habrá quien vea raros estos increíbles "increíbles" de esas declaraciones cuando se refieren a hechos creíbles una vez que han sucedido, como un triunfo deportivo o un éxito musical de quienes estaban dotados para ello (por eso los consiguieron). Sí resultará increíble que el vecino del quinto vaya a ganar el US Open o que la empleada del banco sea aclamada de repente en el Liceu. Ahí estaríamos de acuerdo.
 Para mejorar su léxico, a los entrevistados de urgencia tras una jornada estelar les sería de utilidad memorizar una breve relación de adjetivos, elaborada con la misma intención con que se suelen preparar los discursos ante una entrega de premios: para pronunciarlos en caso de obtener el galardón y para dejarlos en el bolsillo si el jurado ha elegido a otro. Mediante esa escueta relación de palabras adecuadas, deslumbrarían al público, mejorarían su efecto como referentes sociales y recibirían más propuestas de patrocinio por su mayor crédito y prestigio.
 Un adjetivo posible para esas ocasiones sería, por ejemplo, "formidable", y así lo rescatarían de su camino hacia el desuso. De hecho, aquel programa de radio legendario que presentó Alberto Oliveras en la Cadena SER entre 1960 y 1997 no se llamaría hoy Ustedes son formidables, sino Ustedes son increíbles.
 "Formidable" vale, como "increíble", para muchas situaciones. Podemos hallarnos frente a un ser formidable ("muy temible, que infunde asombro y miedo), como un gran rival deportivo; o ante algo "excesivamente grande en su línea" ("un triunfo formidable"). También equivale a "magnífico", sinónimo que se puede unir a la serie: "El apoyo del público ha sido magnífico", "qué magnífica remontada".
 Además de "magnífico", el español ofrece a campeones y narradores algunos adjetivos cuyas definiciones los hacen similares entre sí: "espléndido", "excelente", "sobresaliente"... Todos ellos nos sirven a la hora de expresar admiración, gratitud, sorpresa; pero también disponemos de otros, como "inolvidable", "inenarrable", "maravilloso", "impresionante", "enorme", "fabuloso", "gigantesco", "descomunal", "impensable", "inesperado".
 No alargaremos más la lista, a fin de facilitar que los entrevistados de urgencia la memoricen y escojan de entre sus elementos alguno que les plazca, con el inusual propósito de hacer tan admirables sus palabras como sus triunfos.
Artículo aparecido en EL PAÍS, el domingo 25 de septiembre de 2022

 

miércoles, 26 de octubre de 2016

CON LOS QUE TIENEN HAMBRE

Protesta de Feyisa Lilesa en la maratón de Río
(Asahi Shimbun/Getty Images)

Como decía García Lorca, "estoy y estaré siempre con los que tienen hambre". Y como ya saben, el poeta no se refería al hambre de comida sino al hambre de libertad, la que reclamó para su pueblo el maratoniano Feyisa Lilesa al cruzar la meta en los pasados Juegos Olímpicos de Río. Su gesto, manos esposadas por encima de la cabeza, venía a denunciar la represión que ejerce el gobierno etíope contra los oromo, el mayor grupo étnico de Etiopía, que vive en el centro-sur del país*.
*también en el norte de Kenia y algunas zonas de Somalia.

"Hice ese gesto por la actitud del gobierno de mi país contra los oromos. Desde hace nueve meses, un millar de personas han resultado muertas. Tengo familiares en prisión. En mi país, si hablas sobre democracia te matan. Si vuelvo a Etiopía, tal vez me maten o me metan en prisión".  
Feyisa Lilesa

 A pesar de que la regla 50 de la Carta Olímpica prohíbe manifestaciones o protestas políticas, el Comité Olímpico Internacional ha decidido no sancionar al atleta, que sopesa estos días en qué país pedir asilo cuando finalice su visado brasileño, ya que, según Feyisa, su gesto podría acarrearle la cárcel si vuelve a su país; algo que ha desmentido el gobierno etíope, anunciando que el atleta no será juzgado y que será recibido con los honores que le corresponden a un medallista olímpico.

Los tres primeros clasificados en la maratón de los Juegos Olímpicos de Río:
el keniata Eliud Kipchoge, el etíope Feyisa Lilesa y el estadounidense Galen Rupp

 No sé si Feyisa Lilesa pertenece al Frente Nacional de Liberación de Oromía, pero está claro que simpatiza con esta organización independentista que lucha por la autodeterminación del pueblo oromo. La tierra de estos, que se llama Oromía, es hoy día una de las nueve divisiones étnicas de Etiopía, pero hasta la colonización, a finales del siglo XIX, fue una de las tres naciones libres del cuerno de África.

Bandera de Oromía

Bandera del Frente Nacional de Liberación de Oromía

 En Etiopía, desde el proceso de descolonización hasta 1991, han gobernado los amhara, y ahora son los tigriña quienes controlan el aparato del Estado, dos etnias minoritarias que mantienen desde hace décadas un enfrentamiento con los oromo, la etnia mayoritaria, excluida del proceso político del país y del desarrollo económico.

"El gobierno de Etiopía está matando a la gente de Oromía y tomando sus tierras y recursos, por eso los oromo protestan y yo apoyo la protesta como oromo". 
Feyisa Lilesa

 Grupos de derechos humanos, entre ellos la organización Human Rights Watch, afirman que las fuerzas de seguridad etíopes han matado recientemente a cientos de personas al reprimir las protestas contra el gobierno en Oromía.


 Y alguien que está más en contacto con la realidad Etíope, Mario Lozano Alonso, escribía hace poco en su blog (Reino de Aksum) dos entradas en las que denunciaba los hechos y el deterioro de la situación política en el país, y en las que mencionaba el riesgo de que se desate una guerra civil interétnica. Aquí os dejo los enlaces para que podáis acceder a ellas y saber qué está pasando realmente en Etiopía.

¿Qué está pasando en Etiopía? El gobierno se enfrenta a la mayor crisis política desde la caída de Mengistu (1991). 8 de agosto de 2016 
http://www.reinodeaksum.com/?p=911
¿Qué está pasando en Etiopía? (II). Una crisis que se vuelve crónica. 8 de octubre de 2016. En ella también hace referencia al gesto de Feyisa Lilesa, un gesto que ya era utilizado por los oromo en las protestas.
http://www.reinodeaksum.com/?p=1038

 Como dice Mario Lozano, es momento de que el gobierno dialogue y reconduzca la situación, pues como gritan los que salen a la calle a protestar, matar no es la respuesta a nuestras quejas.