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domingo, 30 de abril de 2023

LOS INSTANTES FELICES DE LARTIGUE

Son muchas las imágenes que me vienen a la mente cuando oigo mencionar al fotógrafo Jacques Henri Lartigue (Courbevoie, 1894 - Niza, 1986), pero hasta hace poco todas eran en blanco y negro. De todos esos instantes precisos, que diría Cartier-Bresson, el primero que recordaba era ese bólido de carreras que ya ha empezado a salirse de la imagen, esa instantánea que transmite como pocas el vértigo y la excitación de la velocidad.

Grand Prix de L'Automobile Club de France, 1912
Fotografía: Jacques Henri Lartigue © Ministère de la Culture, France

Grand Prix de L'Automobile Club de France, 1912
Fotografía: Jacques Henri Lartigue © Ministère de la Culture, France

Suzanne Lenglen, 1915
Fotografía: Jacques Henri Lartigue © Ministère de la Culture, France

Campeonato del mundo de salto de esquí acuático en Juan-les-Pins, 1938
Fotografía: Jacques Henri Lartigue © Ministère de la Culture, France

Bibi y Lolo en un gimnasio de París, 1921
Fotografía: Jacques Henri Lartigue © Ministère de la Culture, France

 A partir de ahora, después de una visita virtual por las salas del Canal de Isabel II de Madrid, he de sumar a esas imágenes grises otras a color.

Exposición de fotografías de Lartigue
Fotografía: © Fundación Canal

 Bajo el título Lartigue, el cazador de instantes felices, la Fundación Canal expuso por primera vez en España (comisariada por Anne Morin y Marion Perceval) algunas de las imágenes a color que tomó el fotógrafo a lo largo de su vida. Y entre todos esos momentos felices y luminosos, como no podía ser de otra manera, pues también son instantes felices los que nos proporciona el deporte, podemos descubrir escenas deportivas como estas:

Fotograma del vídeo de la exposición de Lartigue en Canal Isabel II
Vídeo: Fundación Canal 

"Carrera ciclista", Beausoleil, 1957
Fotografía: Jacques Henri Lartigue © Ministère de la Culture, France / MPP-AAJHL

"Jean Creff haciendo parasailing", 1964
Fotografía: Jacques Henri Lartigue © Ministère de la Culture, France / MPP-AAJHL

Ciclista con su sombra
Fotografía: Jacques Henri Lartigue © Ministère de la Culture, France / MPP-AAJHL

Gran Premio de Automovilismo
Fotografía: Jacques Henri Lartigue © Ministère de la culture, France / MPP-AAJHL

"Carrera ciclista entre Nice-La turbie" (Francia, marzo de 1954)
Fotografía: Jacques Henri Lartigue © Ministère de la Culture, France / MPP-AAJHL

 Leyendo los textos de la exposición, comprendo que era normal que asociara a Lartigue con el blanco y negro, pues tan solo un tercio de las 120.000 imágenes conservadas y donadas al Estado francés en 1979 son a color. De ahí quizás, que esta exposición se haya centrado en esa parte significativa pero poco conocida de su obra, la que siempre quiso hacer, pues como dejó escrito en sus memorias, «la vida y el color son inseparables».

Retrato de Jacques Henri Lartigue
Fotografía: Yousuf Karsh

En sus comienzos hizo uso de una combinación del autocromo y la estereoscopia con el afán de mejorar su captación de la realidad. "Dios mío, desde que tenía cinco o seis años vengo pidiéndote: ¡por favor, déjame fotografiarlo todo en color!" rezaba el artista. Y es que las limitaciones técnicas de la incipiente fotografía en color de la época solo permitían fotografiar a blanco y negro ese movimiento tan necesario para capturar sus preciados instantes felices. Su frustración hizo que abandonara la fotografía y se dedicara a la pintura hasta la aparición de la moderna fotografía en color en los años 50 con la que, esperanzado, comienza un nuevo camino de experimentación que, sin embargo, tampoco parece convencerle del todo. De hecho, esta insatisfacción hace que, al final de su carrera, decida reproducir en color las fotografías más emblemáticas que había realizado en sus comienzos en blanco y negro.
Lartigue, el cazador de instantes felices
Fundación Canal

P. D.: La exposición terminó el 23 de abril, pero pueden verla de manera virtual, bien a través de una visita guiada por Anne Morin, una de las comisarias de la exposición, o mediante una visita interactiva en la página de Fundación Canal.

https://www.fundacioncanal.com/expo-lartigue-3d/index.html

Fotografía de sala de la exposición Lartigue, el cazador de instantes felices
Fotografía: © Fundación Canal

Fotografía de sala de la exposición Lartigue, El cazador de instantes felices
Fotografía: © Fundación Canal

Cartel de la exposición Lartigue, el cazador de instantes felices
Fundación Canal de Isabel II, Madrid


jueves, 14 de junio de 2018

LAS 24 HORAS DE LE MANS VISTAS POR MI HIJO


Mi Scalextric (Fotografía: Pedro Delgado)

Ahora que Fernando Alonso afronta las míticas 24 horas de Le Mans, les muestro aquí el texto que escribí sobre la prueba. Forma parte del manuscrito No subestimes el poder de Santa Claus, en el que narro, con la voz de mi hijo Enzo, el entrañable viaje que hicimos en noviembre-diciembre de 2009 a Rovaniemi, Finlandia, en el Círculo Polar Ártico. Esa tarde noche, en la que volvíamos a París, el tren se detuvo por una avería en la estación de Le Mans. Veníamos de seguirle la pista a Julio Verne en Nantes, y todavía teníamos los pantalones húmedos por el tormentón que nos había caído esa mañana.
Por algún problema técnico, el tren se detuvo en Le Mans. Aquella demora le sirvió a papá para hablarme de la más mítica de las carreras automovilísticas que se celebran en Europa: las 24 horas de Le Mans. Papá tenía un tío en París, un hermano de su madre, y, de pequeño, por alguna extraña razón, siempre se lo imaginaba en las gradas del circuito siguiendo la prueba. A la noche, el tío Antonio sostenía una taza de café en la mano, con los ojos clavados en la oscuridad de la pista, tan solo iluminada por los faros potentes de los coches, cuyos haces de luz le recordaban a los de su linterna. Hasta el Scalextric que le trajeron los Reyes traía dos Porsches de los que competían en esa carrera de resistencia, en la que vencía aquel vehículo que cubriese la mayor distancia en dichas 24 horas. El tío Antonio le había contado a mi padre, y él me lo contaba a mí, que al principio las carreras se disputaban por carreteras normales, las de toda la vida, pero que luego, por seguridad, las habían confinado a circuitos cerrados, como aquel de Le Mans, carreteras que no llevaban a ningún lado, pistas que morían en el mismo punto del que salían sin haber llegado a ninguna parte. "Como las pistas de atletismo", dijo papá. Al tío Antonio le gustaba aquel trazado. A papá también. Igual que los de Imola y Mónaco. Aunque al principio sólo se permitía un único piloto, ahora son tres los que conforman los equipos. Precisamente, fue el año pasado cuando venció por primera vez un español, Marc Gené, acompañado de un australiano y un austriaco de los que papá no recordaba los nombres.

Los Porsches de mi Scalextric (Fotografía: Pedro Delgado)

 Cierro la entrada deseándole mucha suerte a Fernando Alonso, y les invito a pinchar sobre el siguiente enlace si quieren saber más acerca de No subestimes el poder de Santa Claus.

https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2014/12/sos-navideno.html

sábado, 27 de mayo de 2017

EMULANDO A GRAHAM HILL

Ahora que Fernando Alonso se ha propuesto conquistar la Triple Corona (GP de Mónaco, 500 Millas de Indianápolis y 24 Horas de Le Mans), un hito que sólo consiguió Graham Hill, el que fuera bicampeón de Fórmula 1 en los años 60, me he acordado de la cazadora que conservo desde la preadolescencia en el armario. Me refiero a aquella azul que tenía un bolsillo de ojal con solapa con la firma del piloto británico, esa que tantos llevábamos a finales de los años 70. La mía está como nueva, y lo más increíble es que todavía entro en ella, prueba fehaciente de que nuestras madres nos compraban la ropa grande, bien grande, para que la pudiésemos seguir usando si dábamos el estirón.

Chaqueta Graham Hill del año 78
Fotografía: Pedro Delgado

Detalle bolsillo chaqueta Graham Hill año 78 (Fotografía: Pedro Delgado)

Graham Hill, campeón de las 500 Millas de Indianápolis (1966)

"Yo soy un artista, la pista es mi lienzo y mi coche mi pincel". 
Graham Hill

El piloto británico Graham Hill
(no me negaran que tenía pinta de gentleman)

Nota: Desde este blog le deseo mucha suerte a Fernando Alonso. La va a necesitar.