lunes, 1 de junio de 2020

SIGUE LLOVIENDO SOBRE MOJADO


«¿Lo entiendes ahora o sigues viendo borroso? Permanece despierto».
LeBron James –Jugador de la NBA–

Han pasado casi cuatro años desde que escribí un artículo sobre la protesta de jugadores de la NFL contra la violencia policial que ejercen algunos policías con la comunidad negra en los Estados Unidos. Y desgraciadamente, viendo el asesinato –porque no hay mejor palabra para definirlo– del afroamericano George Floyd en Minneapolis, a manos de un policía, no me cabe duda de que nada ha cambiado, que sigue lloviendo sobre mojado.

 Lo habían arrestado, sin oponer resistencia, como sospechoso de haber entregado un billete falso de 20 dólares en una tienda. ¿Es eso lo que cuesta una vida? ¿Creen que si hubiese sido blanco en lugar de negro habría acabado así? Me repugna tanta brutalidad, tanto racismo. Para colmo, el departamento de Policía de la ciudad sostenía en un primer informe que el hombre se había resistido "físicamente" a la detención, y que había muerto por un "incidente médico", cuando en las imágenes grabadas por viandantes y cámaras de seguridad, retransmitidas en las redes sociales y la televisión, se ve claramente que el detenido no ofreció ninguna resistencia y que murió ahogado por la presión que el policía sostuvo con la rodilla sobre su cuello durante cerca de nueve minutos (¡los dos últimos cuando ya estaba inerte!). "Por favor, por favor, por favor, no puedo respirar", imploró varias veces hasta apagarse.

 Y lo más doloroso, trágico y absurdo de todo esto, es que esa brutalidad policial contra la comunidad negra se haya normalizado. Hace unas semanas me dio arcadas el asesinato de otro afroamericano que hacía footing por la calle, tiroteado a sangre fría desde una camioneta por un expolicía y su hijo. Se llamaba Ahmaud Arbery, y ocurrió en Brunswick (Georgia), y, al igual que ahora, fue un vídeo el que recogió unos hechos muy distintos a los que describía la policía en su informe.

 "Esto abre viejas heridas y echa sal", ha dicho la madre de Eric Gardner, fallecido hace seis años en otra brutal detención.

 Me parece fuera de lugar, por morbosas, ponerles aquí todas esas imágenes, pero sí les voy a copiar el artículo que escribí en octubre de 2016 y que demuestra que sigue lloviendo sobre mojado.



LLUEVE SOBRE MOJADO

Han pasado 48 años desde que los velocistas estadounidenses John Carlos y Tommie Smith levantasen el puño enguantado al cielo de México en los Juegos Olímpicos de 1968, un gesto que vuelve a cobrar vigencia ahora que las tensiones raciales van en aumento en los Estados Unidos.

El australiano Peter Norman y los estadounidenses John Carlos y Tommie Smith
Podio de los 200 metros lisos en los Juegos Olímpicos de México 68

 Todas estas muertes de jóvenes afroamericanos desarmados a manos de policías, todos esos abusos que recogen las cámaras y que han desembocado en el movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan), han llevado las protestas al mundo del deporte, capitaneadas por el jugador de los San Francisco 49ers', Colin Kaepernick, quien este verano decidió quedarse sentado en el banquillo mientras sonaba el himno nacional, un gesto que modificó en los siguientes partidos, permaneciendo arrodillado, en vez de en pie, ante los sones patrios.

Colin Kaepernick en la portada de Time

 El gesto, imitado por otros deportistas de la liga de fútbol americano, ha abierto un debate sobre el respeto a la patria, un debate en el que ha intervenido, de manera salomónica, el mismísimo Obama:
"Quiero que el señor Kaepernick y otros que ponen la rodilla en el suelo presten atención al dolor que esto pueda causar a alguien que, por ejemplo, tiene un cónyuge o un hijo muerto en combate, y por qué les duele ver que alguien no se pone en pie. Pero también quiero que la gente piense en el dolor que está expresando sobre alguien que ha perdido a un ser querido y que cree que le han disparado injustamente".

Getty Images

Fotografía: Ron Chenoy (Usa Today Sports)

Jugadores de la NFL protestando contra la discriminación racial
Fotografía: Stephen Brashear/AP

 Hace unas semanas, la futbolista Megan Rapinoe se convirtió en la primera mujer que se suma a la protesta, arrodillándose en la previa al partido de soccer entre los Estados Unidos y Tailandia.

Megan Rapinoe arrodillada en señal de protesta ante los abusos policiales contra los negros
Fotografía: (Getty)

 Y otros jugadores de la NFL han optado por emplear el gesto de John Carlos y Tommie Smith en México 68.

Fotografía: AP

Jugadores de la NFL con el puño en alto en protesta contra la violencia policial contra los negros
Fotografía: John Sleezer/AP

 En un mundo donde se mueve tanto dinero, y donde las críticas pueden afectar a los contratos, es de valorar el compromiso y la valentía de estos deportistas. Para mí son tan superhéroes como los Luke Cage y Pantera Negra de la Marvel.



«Por ellos han cambiado la camiseta amarilla que Cage lleva en los cómics por una sudadera de capucha. "No importa quién seas, si llevas una sudadera así, puedes ser malinterpretado"».
Mike Colter, interprete de Luke Cage en la serie de Netflix

 Hace unos días pudimos ver unas imágenes en el telediario en las que un policía rompía el parabrisas del coche patrulla con la cabeza del detenido. No sé a ustedes, pero a mí me indigna tanta brutalidad.

http://www.lasexta.com/noticias/internacional/un-policia-de-estados-unidos-rompe-el-parabrisas-de-un-coche-golpeando-la-cabeza-de-un-joven-negro_2016100457f35deb0cf2aa7f6956657f.html

"No es que estemos dando marcha atrás, es que ahora podemos rodar vídeos para que todos los vean".
Oprah Winfrey sobre los últimos incidentes policiales

 Como ven, llueve sobre mojado, y las imágenes de arriba entroncan con las del 68:

Podio 200 metros lisos México 68

Saludo Black Power de Larry James, Lee Evans y Ron Freeman en el podio de los 400 m
 Juegos Olímpicos de México 68

Saludo Black Power de los ganadores del 4 x 400 metros lisos de México 68
Ron Freeman, Vincent Matthews, Lee Evans y Larry James

El saltador de longitud Bob Beamon hace el saludo Black Power en el podio de México 68
Fotografía: Cordon Press

 Me van a permitir que me detenga en la primera de ellas, no sólo porque fueron sus protagonistas los primeros en realizar la protesta, sino también porque este verano, cuando me hallaba viajando por Irán, recibí un correo de mi amigo Miguel Ángel Moya con el asunto "El tercer hombre", en el que me adjuntaba el enlace de un artículo sobre Peter Norman, el australiano que subió esa tarde al podio y que falleció hace diez años olvidado por casi todos.

Tommie Smith y John Carlos en el funeral de Peter Norman en 2006

 En internet podemos encontrar un montón de artículos sobre el tema, e incluso en 2008 se estrenó una película documental sobre el tema: Salute, dirigida por Matt Norman. Y es que la historia es de las que emocionan.

Cartel promocional de la película documental Salute


 Corrían tiempos turbulentos en los EE UU en 1968, con protestas no violentas a favor de los derechos civiles de los negros y en contra de la guerra de Vietnam, manifestaciones que eran duramente reprimidas por la policía y el ejército. Unos meses antes de los Juegos, Martin Luther King, el Premio Nobel de la Paz, había sido asesinado por un francotirador mientras saludaba a sus seguidores desde el balcón de un motel en Memphis, hecho que fue el detonante de graves disturbios que se extendieron a otros estados. El movimiento Black Power en defensa de la igualdad racial y los derechos civiles de los negros pidió a los atletas afroamericanos que boicoteasen los Juegos de México, pero estos prefirieron acudir a la cita y hacer visible su protesta al mundo.
 Después de correr la final de los 200 metros lisos en 19.83 segundos (récord del mundo en ese momento) y en 20.10, hablaron con el segundo clasificado, el australiano Peter Norman que había hecho récord de Australia con 20.06, para explicarle lo que tenían pensando hacer en la entrega de medallas. Norman, que también era consciente del racismo que imperaba en su país, sobre todo contra la población aborigen, decidió apoyarlos, y se puso en la solapa del chándal la insignia del Proyecto Olímpico por los Derechos Humanos (OPHR).


 Tommie Smith y John Carlos se descalzaron en el túnel de salida, y se dejaron los calcetines negros como símbolo de la pobreza de los negros. Smith se había enfundado un par de guantes negros, pero Carlos se los había dejado en el hotel, así que fue Peter Norman quien les sugirió que cada uno llevase un guante en el podio: puños enguantados que alzaron al sonar el himno, mientras mantenían la cabeza gacha, concentrados en sus pensamientos. Los dos quedaban a la espalda de Norman, que supo que habían hecho lo planeado por el silencio repentino que cayó sobre el estadio, acompañado al poco por algunos abucheos y aplausos.

El australiano Peter Norman y los estadounidenses John Carlos y Tommie Smith
Podio de los 200 metros lisos, Juegos Olímpicos México 1968

 La protesta les salió cara. El presidente del COI, el estadounidense Avery Brundage, irritado porque hubiesen usado los Juegos de escaparate político, decidió expulsar a los dos americanos de la villa olímpica. También fueron expulsados del equipo de atletismo, y al volver a casa sólo recibieron el apoyo de la comunidad negra. Tachados de antipatriotas, cayó sobre ellos todo tipo de amenazas; sin embargo, con el tiempo gozaron de reconocimiento público y oficial, teniendo hoy día una estatua en el Museo Afroamericano de Washington. El tercer hombre, que no era negro ni levantó el puño, corrió peor suerte: se convirtió en un apestado en su país, y al no retractarse de su actitud y pedir disculpas, se le impidió participar en los Juegos del 72. Peter Norman cayó en un olvido intencionado, y ni los Juegos de Sídney 2000 sirvieron para rescatar su figura. Sólo Smith y Carlos, a través del Comité Olímpico Americano, sacaron a Norman del ostracismo, y el día de su muerte, en 2006, viajaron a Australia para portar el féretro de su amigo, en un gesto tan noble como el que hicieron en México, cuando nos brindaron una de las imágenes más icónicas de aquella época.
 En la actualidad, la marca de Peter Norman sigue siendo récord de Australia, y su ejemplo de dignidad permanece tan vivo como entonces.

Tommie Smith, Peter Norman y John Carlos


Nota: Como hay gente "pa to", dejo aquí esta cita del abolicionista Frederick Douglas para todos aquellos que estén aburridos y no tengan otra cosa que hacer que dejar comentarios airados en contra del Black Power o de los jugadores de la NFL.
"Quienes afirman que defienden la libertad pero desprecian la agitación, son hombres que quieren cosechar sin arar el suelo. Quieren que llueva sin trueno ni rayo. Quieren el océano sin sus olas rugientes... El poder no concede nada sin exigencia. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará".



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