martes, 17 de agosto de 2021

COSES DESDE RIBADESELLA


Discóbolo de Javier Jaén

Mi amigo Pepe Zapico, profesor de Ed. Física y alma mater del programa de libros de texto Aristo, de Ediciones Seyer (enseñar Ed. Física a través de las categorías aristotélicas, que se dice pronto), me envía estas cosas del Pensador desde su Ribadesella natal, en el Principiado de Asturias,  donde pasa el verano.

Simone Biles

Simone Biles (france24.com)
Fotografía: Loic VENANCE AFP/Archivos

El Pensador se afirma en sus planteamientos: Simone Biles se ha roto.
 Desde el ejemplo del anciano en Berlín que luchaba en un slalom tratando de conseguir una cuarta medalla Trim-test para su cuarto nieto, a los ejemplos de Sandra Lacour y Franck Iacono*, dando prioridad a sus amigos ante las medallas, Luciano Albera con su decepción y un etc. muy largo, la cosa se veía venir. El Pensador no estaba ocioso y advertía de que la cosa deportiva no iba por buen camino.
 La chica de la gimnasia se ha sumado a otros nombres que quedaron dañados en el camino en busca de una gloria efímera que se esfuma deprisa en el tiempo.
 El deporte, que se ha hecho para beneficio del hombre, ha dejado en la cuneta su función porque el hombre, con demasiada frecuencia, sale perjudicado del evento. Los bueyes se han puesto detrás del carro, y, claro, la cosa deja de funcionar.
 El atleta con su condición física y moral (humanismo en esencia), ha quedado arrasado por la economía y la torpe ambición de unos dirigentes acuñados en corruptelas.

La revuelta de los comuneros

 Castellano, de Lorenzo Silva, advierte las formas clásicas que toman las revueltas. Los atletas ya han comenzado a protestar con demasiada frecuencia ante las organizaciones que imponen sus criterios desde la comodidad de un despacho.
 El viejo mens sana in corpore sano ha quedado sepultado en vida.
El Pensador –Pepe Zapico–

 

 

 




*Sandra Lacour (Massy) y Franck Iacono (Fontainebleau), dos muchachos de una proyección extraordinaria en la natación francesa, rechazaron becas, fama y promesas para seguir cerca de sus familias y renunciaron a participar en los campeonatos de Europa (Split 1981), porque para ellos era más importante irse de vacaciones con sus amigos que una medalla. Cuestión de valores. (Barreau–Morne. Epistemología y antropología del deporte) Deporte, pero hasta cierto punto. La consideración moral que estos dos adolescentes hacían del deporte no coincidía con la que tenían las autoridades deportivas.


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