El otro día leí un artículo sobre el nacimiento de las vanguardias rusas, y me acordé de las estampas atléticas del constructivista El Lissitzky*.
El Lissitzky, Récord (MoMA) |
El Lissitzky, Runner in the City (The Metropolitan Museum of Art) |
Lissitzky fue un visionario. Y afortunadamente, los corredores han tomado la ciudad y ya nadie tiene que escuchar ningún improperio desde la ventanilla de un coche, como contaba el escritor Antonio Soler hace unos meses en el Instituto Andaluz del Deporte.
Por cierto, y hablando de Antonio Soler, pronto tendremos una entrevista con él en Calle 1, en la que nos hablará en profundidad de sus tiempos atléticos, algo que hasta hace bien poco muchos creíamos que era una especie de leyenda urbana.
*En 1926, Lissitzky se unió a los colegas de la ASNOVA, una asociación de vanguardia arquitectónica surgida en la Unión Soviética, para diseñar un nuevo club deportivo, creando esta representación de un atleta urbano para un friso, en la que combina imágenes de al menos tres elementos: el corredor, la pista y el obstáculo y una doble exposición de Times Square, en una sola impresión. Luego cortó la imagen resultante en tiras, creando una obra que se construyó y se desconstruyó. El resultado visual es una acción congelada, una instantánea recortada, separada y estirada, "que teje la mecánica del hombre en un dinámico tapiz de optimismo industrial. La actitud heroica del corredor, trasladada al centro de la ciudad de Nueva York, se convierte en un emblema del logro humano triunfante: el hombre y el metal realizan un salto ambicioso a través del vacío al servicio del progreso industrial".
"En los últimos treinta años ha habido un incremento del respeto hacia los deportistas, algo que no existía hace treinta y pico años en absoluto. Antes he contado que venía a entrenar en esta pista (se refiere a la de Carranque), y yo vivía relativamente cerca y me vestía y venía calentando desde mi casa aquí para ahorrar tiempo y tal. A mí nunca me han insultado tanto en mi vida por el hecho de ir corriendo por la calle. Desde los coches, ahí en Martínez Maldonado, me decían "¡¡Gilipollas!, ¿pero a dónde vas?!" El hecho de ir corriendo por la calle era como si estuvieras transgrediendo no se sabe qué".
Por cierto, y hablando de Antonio Soler, pronto tendremos una entrevista con él en Calle 1, en la que nos hablará en profundidad de sus tiempos atléticos, algo que hasta hace bien poco muchos creíamos que era una especie de leyenda urbana.
*En 1926, Lissitzky se unió a los colegas de la ASNOVA, una asociación de vanguardia arquitectónica surgida en la Unión Soviética, para diseñar un nuevo club deportivo, creando esta representación de un atleta urbano para un friso, en la que combina imágenes de al menos tres elementos: el corredor, la pista y el obstáculo y una doble exposición de Times Square, en una sola impresión. Luego cortó la imagen resultante en tiras, creando una obra que se construyó y se desconstruyó. El resultado visual es una acción congelada, una instantánea recortada, separada y estirada, "que teje la mecánica del hombre en un dinámico tapiz de optimismo industrial. La actitud heroica del corredor, trasladada al centro de la ciudad de Nueva York, se convierte en un emblema del logro humano triunfante: el hombre y el metal realizan un salto ambicioso a través del vacío al servicio del progreso industrial".
No hay comentarios:
Publicar un comentario