Esta tarde tenía que sentarme delante del ordenador para escribir una entrada sobre El Profesional, una novela de boxeo del estadounidense W. C. Heinz; sin embargo, como si se hubiese escapado un crochet o un par de jabs de las páginas del libro, me encuentro conmocionado, noqueado, como si un directo de derecha me hubiese alcanzado en la mandíbula. La noticia me sorprendió esta mañana en el recreo: un correo de Lucía con el asunto Ha fallecido David Bowie a los 69. Se lo había comunicado Alfonso en un mail y mi primo Sergio (otro que tiene que estar bien triste hoy) por Whatsapp.
Descubrí a David Bowie en el 83, con 17 años. Una ruptura sentimental me tenía abatido (ya saben como son las cosas del amor a esas edades) y fue su Modern Love quien vino a rescatarme.
Su música ya nunca me abandonó, marcando momentos importantes y significativos de mi vida. Como comprenderéis, hoy es un día muy triste para mí.
Bowie se ha despedido a su manera, anunciándolo velada y previamente en el segundo de los singles de su último álbum Blackstar, el cual salió a la venta el pasado viernes coincidiendo con su 69 cumpleaños. Mira aquí arriba, estoy en el cielo, nos dice en Lazarus, en un videoclip que también tiene segundas lecturas. "Bowie, que siempre teatralizó su vida, también nos ha contado su muerte, aunque no lo supiéramos, y quizás nos ha dicho que, como Lázaro, quien crea en su obra le hará resucitar".
¡Hasta siempre, David!
Siempre estarás vivo en nuestros corazones.
¡Hasta siempre, David!
Siempre estarás vivo en nuestros corazones.
Retrato de David Bowie en 2014 |
Y yo que creí, como te comenté el día que adelantó el single de su último trabajo, que el maestro "chocheaba".
ResponderEliminarGenio y figura sin par hasta para irse, hay que ser todo un fuera de serie para despedirse montando una vez más una escenografía al mismo nivel que mantuvo durante toda su carrera. Es un día triste, cuesta hasta oírlo cantar. Nos brinda un legado eterno que se le reconocerá por siempre, él bien lo sabía, "mira aquí arriba, estoy en el cielo".
Bueno, ya tenemos pendiente otra cita más entre las muchas que acumulamos, le debemos un pequeño gran homenaje en los días venideros, desempolvando vinilos con algún buen vino de por medio.
De los muchos discos que acaparo del Duque, me acompaña ahora mismo de fondo una pequeña y anecdótica joya que llevaba años y años y años sin sacar de su funda en la que Bowie narra el texto de la composición sinfónica de Sergéi Prokófiev, el cuento para niños "Pedro y el lobo".
Pues sí, Sergio, genio y figura... Menudo día...
EliminarA ver si nos vemos y descorchamos ese vino. Yo he estado toda la tarde escuchando sus discos, pero como bien dices, hoy costaba hasta oírlo cantar.
Un abrazo.