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El Peñón del Cuervo en Desprendimiento de rutina, de Pablo Aranda Fotografía: Lucía Rodríguez |
Desprendimiento de rutina es una novela de Pablo Aranda, con la que obtuvo el Premio Diario Sur de Novela Corta en el año 2003, y sus páginas, divertidísimas, vienen cargadas del humor fino, irónico e inteligente de Pablo.
La novela es una comedia de enredo con situaciones disparatadas, y a la vez una parodia de la novela de detectives. En este caso el detective se llama Isidro, aunque el protagonista de la obra es Luis, un tipo pasota y caradura que acabará por caernos simpático.
Luis no practica ningún deporte, de ahí que esté fondón, pero como verán leyendo estas líneas, a Isidro le gusta la natación.
En una esquina de la mesa descubrió unas gafas de natación que Isidro, el detective, apartó. Luis pensó que un detective tiene que cuidar su forma, y el detalle de las gafas le satisfizo.
***
Isidro, temblando, dejó su coche en los aparcamientos del hospital civil y caminó hasta su casa. Al llegar a la altura del bar de Luis dudó y entró.
–Hombre, Isidro. Pero qué cara traes, parece que vienes de un entierro.
–Ponme una tila. ¿Te has encontrado un paraguas esta mañana?
–¿Uno de señoras, pequeño y de flores?
–Sí.
–Pues se lo ha llevado un policía.
–¿Un policía?
–Sí, un policía local, tú lo tienes que conocer: desayuna siempre aquí, uno que viene sin afeitar y con un chicle en la boca. Me han dicho que el paraguas era suyo.
–Era mío.
–Eso ya lo arreglas tú con él. Yo no quiero follones con la autoridad competente, que después empiezan a pedirme licencias y permisos.
–Pero era mío.
–Tú lo has dicho: era. Aquí tienes tu tila.
Más tranquilo, fue hasta su casa. Le preguntó al portero si había ido alguien a buscarle o si había visto a alguna persona sospechosa merodeando por el portal.
–Negativo –respondió el portero–, pero yo no quiero líos por aquí. Mira que en cuanto vea algo raro llamo a la policía. La gente sospechosa para los periódicos o el cine. Yo no quiero líos.
En su casa, buscó la bolsa de deportes y las gafas de nadar. Necesitaba desahogarse de alguna manera, pensó que nadar una hora a tope le sentaría bien. Sacó de la bolsa de deportes el bañador de competición y se lo acercó a la cara, estaba húmedo, igual que la toalla. Las gafas estaban en el despacho. Al ir a cogerlas se topó con la foto del restaurante.
–Así que te llamas Marta –le habló a la fotografía.
El rostro de Marta le evocó lo sucedido esa mañana y le conectó con su miedo. Hizo una llamada a la Guardia Civil de Tráfico y se enteró del lugar exacto donde había sido atropellado el directivo de Cutresa. Antes de nadar se pasaría por allí. Tenía una corazonada.
Les invito a leer mi reseña de Desprendimiento de rutina clicando en el siguiente enlace:
https://cartadesdeeltoubkal.blogspot.com/2025/09/desprendimiento-de-rutina.html
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