jueves, 24 de marzo de 2022

JUVENTUD SIN LÍMITES


Atletas máster tras la final de 200m lisos en el Campeonato del Mundo Máster
Málaga 2018. Juventud sin límites (5/5)
Fotografía: Susana Girón (EL PAÍS)

El año pasado se celebró el Campeonato de España de Veteranos (no me acostumbro a eso de Máster) en Málaga, pero no pude acercarme a las gradas del estadio porque ese mes de junio volvieron a ingresar a mi madre en el hospital y, por si eso no fuera suficiente, mis dos hijos dieron positivo en la prueba de detección de la COVID-19. De esa manera, el azar evitó que se me pusieran los dientes largos, que es lo que me suele ocurrir cada vez que veo correr a los atletas veteranos: un sentimiento de envidia sana que no se puede evitar.

 Unos años antes sí asistí al estadio Ciudad de Málaga para ver el Mundial de Veteranos, que se celebró entre el 5 y el 16 de septiembre de 2018, e incluso escribí un artículo* en el que relacionaba dicho campeonato con los lienzos atléticos que colgaban de las paredes del Museo Ruso de la ciudad, esa pinacoteca que algunos cuestionan ahora a cuenta de la invasión rusa de Ucrania. A pesar de la desolación, la crueldad y la destrucción de estos días, pienso que habría que reflexionar cuidadosamente sobre este tema. ¿Se debe mezclar la cultura y el deporte con la política? Creo que debemos mostrar nuestra solidaridad con el pueblo ucraniano y condenar la invasión de sus fronteras y la muerte injustificada de civiles, pero me parece injusto castigar a artistas y deportistas por las acciones de sus gobernantes, más cuando hay miles de rusos detenidos por manifestarse en contra de la guerra. Rechazar a los deportistas solo por su nacionalidad, como ha ocurrido con el veto a los atletas rusos y bielorrusos en el pasado Mundial de Atletismo de pista cubierta que se celebró en Belgrado, o la expulsión de la Fórmula 1 del piloto Nikita Mazepin, es convertir la cultura y el deporte en otro frente de guerra. ¿Por qué no se les dejó competir como neutrales, sin banderas, himnos ni distintivos? Y que decir de otros boicots absurdos e inconcebibles, como la anulación hace unas semanas de la proyección de la película Solaris, del director Andréi Tarkovski, quien sufrió en vida la censura soviética y el exilio.

Corredores, obra de Alexander Deyneka, 1932-1933
Fotografía: Lucía Rodríguez

*https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2019/02/atletismo-en-el-museo-ruso-de-malaga.html

 Esta tarde, teñida de naranja oscuro por la calima, me he puesto a leer algunos recortes de prensa que tenía amontonados en la mesa de la cocina, y me he topado con la fotografía que abre esta entrada. Aparece en la sección 'Exposición' del diario EL PAÍS del viernes 31 de diciembre de 2021. La imagen, tomada en ese campeonato del mundo de veteranos de 2018 del que les hablaba, es obra de Susana Girón, de su serie 'Juventud sin límites'.

Juventud sin límites. Fotografía: Pedro Delgado

 Luego, he buceado en internet para mostrarles las otras cinco imágenes que componen la serie.

Teresa Liras, atleta máster de 67 años
Entrenando el lanzamiento de peso en Majadahonda
Madrid, 2015. Fotografía: Susana Girón (EL PAÍS)
Juventud sin límites (1/6)


Atleta australiano en los 3.000m obstáculos
Campeonato del Mundo de Atletismo Máster, Málaga 2018
Fotografía: Susana Girón (EL PAÍS)
Juventud sin límites (2/6)

Atleta estadounidense (categoría 80 a 84 años) en los 200m
Campeonato del Mundo de Atletismo Máster, Málaga 2018
Fotografía: Susana Girón (EL PAÍS)
Juventud sin límites (3/6) 

El atleta Luri Polovshchkov en los 1.500m 75 a 79 años
Campeonato de Europa de Atletismo Máster, Madrid 2018
Fotografía: Susana Girón (EL PAÍS)
Juventud sin límites (4/6)

Atletas máster de la categoría 80 a 84 años tras la prueba
Campeonato del Mundo Máster en Málaga 2018
Fotografía: Susana Girón (EL PAÍS)
Juventud sin límites (6/6)

 Tengo subrayada una frase en el libro que estoy terminando de leer (Nacidos para correr, de Christopher McDougall) que entronca muy bien con eso de la juventud sin límites. Dice así:

«Uno no deja de correr porque se hace viejo, uno se hace viejo porque deja de correr.»
Jack Kirk, El Demonio de Dipsea

Sea como sea, no lo dejen.


Nota: Les dejo aquí la página de la fotógrafa Susana Girón por si quieren ver sus otros proyectos:

https://susanagiron.es/portfolio-archive


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