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| Mi albúm de cromos de Danone del Mundial 82 (lástima que le falten un montón de estampas) |
Antes de que llegaran los triunfos de la selección española de fútbol en las dos últimas eurocopas y el mundial, casi todos los españoles de cierta edad teníamos una segunda opción de equipo para el campeonato; pues eran tiempos en los que España no lograba alcanzar las semifinales (a veces no pasaba ni de la primera ronda). Para paliar aquellas decepciones, uno adoptaba otra selección. Se podía ir con Portugal, Francia, Argentina, Holanda, Brasil... por aquello de la vecindad o de la presencia de algún determinado jugador en sus filas.
Yo, como supongo tantos españoles de mi generación, me hice de la selección italiana en aquel Mundial 82 que se celebró en España bajo los auspicios del Naranjito.
Razones hubo varias: Primero las ganas de llevar la contraria a mis hermanos que iban con Brasil; segundo el magnífico juego desplegado por los italianos (tras superar la primera fase sin ganar un solo partido derrotó a todos los grandes equipos del campeonato: la Argentina de Maradona, el Brasil de Sócrates, la Polonia de Boniek, y la Alemania de Rummenigge); tercero ese bambino de oro, un Paolo Rossi veloz e intuitivo que fue el máximo goleador del torneo; cuarto que vengasen la agresión del portero alemán Shumacher al francés Battiston (lo dejó en coma en la otra semifinal); y quinto ese presidente italiano, Sandro Pertini, celebrando en la final, como un niño, a sus 86 años, los goles de la mejor Italia de todos los tiempos.
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| Selección Italiana que ganó la final del Mundial 82 De pie: Dino Zoff, Francesco Graziani, Giuseppe Bergomi, Scirea, Collovati y Claudio Gentile. Agachados: Bruno Conti, Paolo Rossi, Oriali, Antonio Cabrini y Marco Tardelli. En aquella final también intervinieron Altobelli y Causio. |
Razones hubo varias: Primero las ganas de llevar la contraria a mis hermanos que iban con Brasil; segundo el magnífico juego desplegado por los italianos (tras superar la primera fase sin ganar un solo partido derrotó a todos los grandes equipos del campeonato: la Argentina de Maradona, el Brasil de Sócrates, la Polonia de Boniek, y la Alemania de Rummenigge); tercero ese bambino de oro, un Paolo Rossi veloz e intuitivo que fue el máximo goleador del torneo; cuarto que vengasen la agresión del portero alemán Shumacher al francés Battiston (lo dejó en coma en la otra semifinal); y quinto ese presidente italiano, Sandro Pertini, celebrando en la final, como un niño, a sus 86 años, los goles de la mejor Italia de todos los tiempos.
La base de aquella selección italiana, dirigida por Enzo Bearzott, era la Juventus, en la que también jugaba el francés Platini y el polaco Boniek, así que eso, unido a la tragedia de Heysel en la final de la Copa de Europa entre el Liverpool y la Juventus, me hizo ser también de la Juve, a la que desde aquí le doy mi enhorabuena por el último scudetto conseguido.
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| Pedro Delgado Fernández (1996) |
En fin, empieza a rodar el balón en Brasil. Ahora toca disfrutar del espectáculo y animar a nuestros equipos: ¡Vamos España!, y ¡Forza Italia!
Yo que he compartido contigo algún que otro España-Italia, doy fe del desconcierto que puedes llegar a provocar entre la parroquia que asiste a ver los partidos en bares cuando de igual manera celebras una parada de Iker que de Buffon, o cantas un gol de Balotelli tanto como uno de Torres. Es probable Pedro, que en algún cruce de grupos te vuelva a ver otra vez con el "corazón partío" como en la última final de Eurocopa.
ResponderEliminarSe habla demasiado de Neymar y la "canarinha". Se habla mucho de Messi y la "albiceleste", y como no, en boca de todos está Iniesta, Xavi, Ramos y Costa con la "roja", pero tengo el presentimiento, tal vez sea más un deseo, que será el mundial de Andrea Pirlo con la "azzurri". Lo tienen difícil los italianos para meterse en semifinales pero confío en que Pirlo nos dará alguna de las jugadas del campeonato... es de justicia para uno de los realmente grandes.
Jaja, es que para colmo yo, que jugaba de portero, era muy muy de Arconada, y cuando lo cambiaron por Zubizarreta le cogí tirria a la selección. Menos mal que luego llegó Casillas y pude reengancharme.
EliminarGanar dos mundiales seguidos sería como lo de las eurocopas: una proeza. Ojalá lo consigan. Después de aquella salida bochornosa del Madrid, Vicente Del Bosque se merece lo mejor.
Y sí, Italia no suele defraudar. Seguro que esta ahí peleando hasta el último momento con Pirlo de estrella. Es su último mundial, y qué mejor manera de despedirse que en una final.
Lo de Arconada explica por qué soy también de la Real Sociedad. Del Málaga, de la Real y de la Juve. Ahí queda eso.
Un abrazo.