Bruce Lee corriendo con Bobo, su gran danés Fotografía: Bruce Lee Foundation. Los Angeles, Estados Unidos |
La primera vez que Bruce Lee interpretó a Kato, en la serie televisiva El Avispón Verde, era un poco rechoncho y le sobraba un poco de grasa. «No tenía músculos definidos, pero los deseaba desesperadamente», nos recuerda Van Williams, la estrella de la serie.
Bruce quería interpretar papeles heroicos y sabía que, dada su complexión pequeña y delgada, era necesario superar físicamente a sus homólogos blancos para adquirir una musculatura que transmitiera inmediatamente una sensación de fuerza en pantalla.
Y eso fue lo primero que empezó a trabajar con ahínco cuando obtuvo el papel de Kato. "De su poca definición en El Avispón Verde (1966) pasó a tener en El furor del dragón (1972) un cuerpo hipertrofiado que parecía esculpido en mármol". "Su increíble definición muscular fue el resultado de entrenamientos continuos y de la reducción de su grasa subcutánea prácticamente a cero".
En Bruce Lee: Una vida* (Dojo Ediciones, octubre 2019), la biografía más completa que se ha escrito sobre esta leyenda, el estadounidense Matthew Polly dedica algunas páginas a los métodos de entrenamiento de Bruce, en los que no faltaba la carrera continua.
Cuando se trataba de entrenar, Bruce Lee estaba a la vanguardia de la revolución del fitness. Fue el primer artista marcial en entrenarse como un atleta en una época en la que los tradicionalistas pensaban que bastaba con repetir técnicas básicas. Era una opinión generalizada. En los años 60, los jugadores de fútbol americano consideraban peligroso y perjudicial levantar pesas, y muchos equipos de la liga nacional lo prohibían. Bruce comprendió, sin embargo, que la fuerza y el acondicionamiento físico eran cruciales para convertirse en el luchador total.
Bruce Lee haciendo pesas |
Después de su agotador combate contra Wong Jack Man, Bruce redobló sus esfuerzos para mejorar su resistencia. «Cuando un atleta bajo de forma está cansado, no puede actuar debidamente –decía Bruce–. No puedes lanzar puñetazos ni patadas correctamente. Ni siquiera puedes eludir a tu adversario». Del boxeo tomó prestados el salto a la comba y las carreras.
Bruce Lee saltando a la comba |
Todas las mañanas corría seis u ocho kilómetros por el vecindario acompañado de su gran danés, Bobo.
Bruce Lee corriendo con Bobo, su gran danés |
«Para mí, correr no es solo una forma de ejercicio –decía Bruce–. También es una forma de relajación. Es una hora que tengo para mí todas las mañanas en la que puedo estar a solas con mis pensamientos».
Desde adolescente, Bruce había levantado pesas, pero no se lo empezó a tomar en serio hasta que se fue a vivir a Oakland. Sus alumnos James Yimm y Allen Joe eran pioneros del culturismo y le enseñaron levantamientos y ejercicios básicos, pero a Bruce le interesaba la fuerza, no el tamaño; quería ser musculoso, no voluminoso, sabiendo que, en términos de fuerza, la velocidad es más importante que la masa. «A James y a mí nos gustaba entrenar con peso –dice Allen Joe–, pero Bruce prefería pesas más pequeñas y un mayor número de repeticiones. En su garaje, Bruce instaló una máquina isométrica, un soporte y banco para pesas y fortalecedores para los antebrazos.
Bruce Lee fortaleciendo los antebrazos |
A Bruce le volvía loco entrenar y disponía de tiempo libre para hacerlo. Como señaló con envidia uno de sus alumnos de Los Ángeles, «Para Bruce, todos los días eran fin de semana, porque nunca tuvo un trabajo estable como la mayoría de nosotros». De lunes a domingo seguía la misma rutina: corría por la mañana y luego ponía a punto sus herramientas marciales con quinientos puñetazos, quinientos jabs de dedos y quinientas patadas. Por la tarde, pasaba tiempo en su biblioteca leyendo libros de filosofía y llamando a su agente o a sus colegas. A primera hora de la noche, levantaba pesas tres días a la semana.
Bruce haciendo wing chun con un maniquí de madera |
Bruce Lee trabajando la flexibilidad |
Bruce Lee realizando trabajo isométrico de fuerza |
Bruce Lee haciendo elevaciones de piernas |
Bruce trabajando la resistencia en su bicicleta estática |
Entrenaba incluso cuando no entrenaba. Mientras veía la televisión, levantaba pesas y mientras conducía daba repetidos puñetazos a un pequeño makiwara, para ansiedad de sus pasajeros. Convertía cada actividad en un juego de artes marciales. «Cuando me pongo los pantalones –decía Bruce–, entreno mi equilibrio».
Flexiones con solo dos dedos de una mano
Dragon Flag
Y si Bruce Lee entrenaba duro para tener ese físico y ese dominio de las artes marciales, no quiero ni pensar lo que habrá tenido que entrenar este crío para hacer esto. ¿Os gustan los retos? Pues aquí tenéis uno.
Y para cerrar esta entrada, os dejo una pequeña joya que se creía perdida: la entrevista a Bruce Lee en el programa de televisión The Pierre Berton Show (9-12-1971). Está subtitulada al español, y en ella se descubre (en el minuto 15'47") el origen del famoso "Be water, my friend".
Bruce Lee. La entrevista "perdida"
The Pierre Berton Show, 1971
Bruce Lee: Una vida. Fotografía: Lucía Rodríguez *https://pedrodelgadofernandez.blogspot.com/2020/06/bruce-lee-una-vida.htm |
Nota para mis alumnos:
Fluid, sed flexibles y adaptaros a los cambios. Usad la mascarilla y mantened la distancia social. Y cuando tengáis ocasión, difundid el legado de Bruce Lee por el mundo.
Buenas Pedro. Muy interesante. Necesitaría contactar contigo pero no tengo tu correo.
ResponderEliminarBuenas noches, Cristian:
EliminarSi escribes en el formulario de contacto que hay en la columna de la derecha, me llega directamente a mi correo.
Un saludo.
Hola soy Tricia ya he visto los videos.
EliminarUn saludo.
Estupendo, Tricia. Espero que te hayan gustado.
EliminarSaludos.